5 factores a cuidar para estudiar sin distracciones

No nos digas más. Cuando te pones a estudiar padeces del “sí­ndrome de la caperuza” . A la menor que te sientas delante de tu escritorio para empollar un par de folios, es como si una enorme capucha tapara tus sentidos y te impidiera adquirir cualquier tipo de conocimiento sobre lo que estás leyendo. ¿Te has parado a pensar qué maravilloso y cuántas cosas íºtiles podrí­as hacer con ese tiempo que media entre el instante en que te sientas ante los libros y el momento en que decides abandonar tu cuarto absolutamente desesperado?





¿Te gustarí­a que ese periodo de suplicio no fuera tan tortuoso o durase el mí­nimo imprescindible para aprender tus apuntes con garantí­as de que no se te va a resetear del cerebro a los 2 minutos?

En esto del empollar y del estudio hay una ecuación tan exacta que es como si la hubiese dictado el mismí­simo Pitágoras:

Mala atención = mal aprendizaje

Otra parte de esta igualdad matemática serí­a que un mal aprendizaje conduce al fracaso, al suspenso, al “vuelva usted en septiembre o si no ya el aí±o que viene”. Nosotros no queremos verte eternamente en tu silla de estudiante haciendo más horas de las necesarias y quemando pupilas bajo un flexo. ¡No   en nuestros dí­as de vagos! Por eso vamos a facilitarte acceso directo a los cinco factores que más pueden influir en que te distraigas, pierdas la atención material sobre lo que te interesa realmente, que es empollar los folios o el libro cuanto antes para salir de ahí­, también cuanto antes. A esto lo llaman productividad. Toma buena nota:

Ambiente de estudio

Mira la leonera que tienes por habitación. Hay gente que se mueve muy bien entre el desorden y lo tolera sin la menor aprensión. Pero lo normal es que tener recogida la parte que ocupa tu escritorio, infunda cierta paz interior, o la sensación de que “las cosas pueden ir bien si empiezan bien”. Vamos, una mera acción simbólica de que estás predispuesto a poner también orden en tu cabeza.

No tiene por qué ser en tu escritorio ni en tu habitación. Busca el sitio de la casa donde te halles más a gusto. En todo caso, ten a mano los materiales necesarios para estudiar sin hacer interrupciones molestas y a destiempo.

En cuanto a la míºsica, si es clásica y te deja tranquilo… adelante. Pero mira, yo no vuelvo a estudiar con míºsica que tenga letra: acabas con el boli como micrófono en plan Karaoke mudo y eso ¡no puede ser! ¿No hemos quedado que í­bamos a estudiar?

Sobre lo de irte a la biblioteca, en tu mano queda. Si vas a ir a quedar con los amigotes para contaros chismes o tirar bolitas de papel a quienes realmente estén estudiando, mejor quédate en casa. Una biblioteca puede ser un buen lugar para estudiar si es un entorno tranquilo y hay gente que está ocupada en esa misma labor que quieres realizar: nada como ver estudiar a otros… ¡a ver si se nos pega algo bueno! :)

Técnica de estudio

Tirar un penalti (o penal, como decí­s en América) sin técnica, es arriesgarte a que se te vaya el balón al quinto anfiteatro o se te quede corto y te lo atrape el portero. Cualquier actividad de la vida es más fácil con técnica. La técnica no es otra cosa que un conjunto de habilidades y destrezas que practicas para llegar a un fin y que,  por lo general, reportan un porcentaje de acierto o efectividad superior que otras actividades realizadas por quien no posee esas habilidades. Piensa en la pesca, en los dardos, o incluso en una intervención quiríºgica (ya pensando a escala menos líºdica)

En el arte de la Empollologí­a pasa exactamente lo mismo. Contar con una serie de técnicas de estudio puede ayudarte a atajar situaciones de pasividad y descontrol, porque “ya sabes lo que tienes que hacer y cómo hacerlo”, y funcionan a modo de guí­as en el camino. Sirven como plantillas para que ni te pierdas ni divagues.

Aparta tentaciones que te distraigan

Muchos pensaréis que no pasa nada por estudiar con la tele puesta. “Mientras esté bajita…” diréis. Pero no, la “caja tonta” lo es aíºn más al lado de un estudiante. Es una potencial fuente de distracción fatal, que es aquélla que te hará confundir frases de tus apuntes con otras que se hayan dicho en la serie del doctor House, en la de Phineas y Pherb, o en cualquier otra que te tenga enganchado. Será mejor que apagues el televisor.

Por cierto Internet y el móvil, lejos. Pueden ser (lo son realmente) muy buenos aliados para recopilar y actualizar la información que tienes en tus apuntes. Pero metidos en harina, estando en plena fase de “o estudio ya o no apruebo este examen”, lo más recomendable es que tengas todo en los propios apuntes y no tengas que echar mano de la Red para actualizar un dato o resolver una duda, no sea que vayas a echarle un vistazo al Facebook o darle al chat del BlackBerry, que nos conocemos…

Fortalece tu salud fí­sica

Fundamental, fundamental, fundamental para obtener una concentración máxima delante de los folios. Duerme. Y duerme bien. Ni mucho ni poco. Menos de 6 horas te puede “matar” y más de 8 horas te va a amuermar.

La primavera además de flores y mejor temperatura nos trae pegas como las alergias y otro enemigo del buen estudiante: la astenia, que es ese estado anémico en que no puedes ni con tus propios huesos o la sensación continua de que ya te levantas cansado. Si te notas en este estado con asiduidad o te es familiar lo que te contamos, consulta a tu médico para ver si te conviene tomar un complemento vitamí­nico.

En general, tener un buen estado de salud va a favorecer que rindas mejor a todos los niveles y desde luego es básico para que tu atención se centre en el estudio. Mantén una dieta saludable.

¡Ah! Y no te olvides de practicar ejercicio con regularidad

… Y también tu salud mental

Y si hablamos de salud, no menos importante es la “salud del coco”. Aleja de ti las preocupaciones, los malos rollos, los pensamientos en negro y cualquier otro asunto que ronde en tu cabeza con ánimo de adueí±arse de tu tiempo y de tu esfuerzo. Seguro que estáis pensado que “qué fácil es decirlo”, pero mastica esto: ¿Pensar preocupado en un asunto lo resuelve? Seguro que no. Y si es que sí­, seguro que puede esperar a que acabes de estudiar. Tu “disco duro” necesita que liberes algo de espacio antes de proceder a introducirle nueva información.

Una mente relaja es una mente predispuesta a adquirir conocimiento, que es precisamente lo que necesitas para que te “aproveche” el tiempo de estudio. Puedes encontrar algunas técnicas de relajación idóneas para predisponerte a estudiar en nuestra Vagoteca.

Os seguiremos dando buenos consejos de cara a esta recta final de curso. Los exámenes se acercan. Hay que ponerse las pilas ;-)

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9 Comentarios

  1. Seduccion dice

    Voy a seguir tus consejos haber si así aprovecho mejor el tiempo. Saludos y gracias!

  2. Jaouad Aoulad hmida dice

    Muy buena la información, es muy útil, muchísimas gracias. un saludo!

  3. Ponny dice

    Muy interesante… hay que sentarse a leer, por que estamos para abajo con la calidad de la educación en Argentina..

  4. Anonimo. dice

    Muy Bueno, Ademas Es Verdad :)

  5. Lucano2 dice

    muchas gracias por toda la ayuda brindada

  6. Carloschidin dice

    es muy buena tu pagina te felicito

  7. janerllysita dice

    gracias me ayuda de mucho sobre todo para aprender comunicacion

  8. Anaisita99 dice

    SI FUNCIONA TE LO DICE UNA  VAGA INDUSTRIAL

  9. Anabel Álvarez Edo dice

    Me encanta esto. Soy una vaga total…

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