Entre estudio y estudio, un poco de actividad física

Ya sabes que a lo largo de nuestro blog te estamos dando consejos y pautas para que tus estudios sean lo más productivos posible y que tengas tiempo extra para dedicarlo a tus aficiones, a todo aquello que te gusta más que estudiar, que seguro que son muchas cosas.





Si miras un poco algunos posts atrás verás que te brindamos orientación para que tomar apuntes no sea un infierno, o bien para enfrentarte a un examen con garantí­as de superarlo sin problemas, o incluso para que reduzcas las horas sentado frente a los folios notando que lo que estudias te aprovecha más que los palizones que te dabas antes debajo del flexo, quemando pestaí±as sintiendo que las horas pasan en blanco.

Te habí­amos dicho que ya que en los perí­odos de esfuerzo estudiantil prolongado (cerca de pruebas o exámenes finales, por ejemplo) era esencial llevar una buena alimentación que no te haga sentir pesado ni te adormezca, pero habí­amos incidido poco en otro factor fundamental para que puedas ahorrar esfuerzo aumentando con creces tu concentración. Se trata de la actividad fí­sica. Ya sabes eso de “Men sana in corpore sano“. Si tu cuerpo rula bien, tu cabeza funcionará como un reloj.

No nos referimos estrictamente a lo que es “practicar un deporte“, ya que eso dependerá de las capacidades fí­sicas de cada uno y de los gustos deportivos más diversos, aunque siempre siempre siempre te vamos a recomendar que durante una hora al dí­a practiques el deporte base de todo homo erectus: caminar. Dar un paseo a buen ritmo cada dí­a despabila tu organismo y funciona como deporte aeróbico, con lo que estás oxigenando tu sangre, tu cabeza.

Pero con este post lo que te queremos indicar es que es muy necesario que en esos tiempos prolongados de estudio hagáis una breve parada para estimular la circulación, para practicar alguna técnica respiratoria, para estirar articulaciones y evitar dolores posturales, para relajar las zonas más molestas de tu espalda, hombros y caderas después de una sesión de estudio ante el ordenador o sobre tus apuntes. Este gesto tan breve, aunque no lo creas, te permitirá afrontar con más energí­a tu próxima sesión de estudio.

Intenta parar unos 5 ó 6 minutos cada hora de estudio para practicar algíºn estiramiento. En la vagoteca de nuestro libro “Empollologí­a para Vagos“, te mostramos algíºn ejercicio para estirar las articulaciones que más se resienten en la práctica diaria de este duro oficio que es estudiar.

Te recordamos que esta semana en Mi Rincón damos una TELE LCD DE 32″ al que más amigos nos traiga a nuestra red social. Tienes hasta el domingo hasta las 23:59. ¡Buen fin de semana!

También podría gustarte Más del autor

Los comentarios están cerrados.