Hábitos para resistir hasta las próximas vacaciones

Rufo necesita vacacionesMuchas veces las vacaciones son el oasis que todo estudiante desea en medio del páramo que es el curso. La rutina de las clases, que quizás empezamos con ánimo y optimismo, poco a poco mina nuestra moral y nuestra energí­a y notamos cómo el siguiente parón en la vida académica es cada vez más necesario y hasta urgente para tomar aliento.





Cuando esa rutina y el cansancio del curso intenten manejar el timón de tu productividad, te aconsejamos recurrir a estos tips sencillos, como pí­ldoras de energí­a y dinamización, y con la ventaja que puedes tomar cuantas dosis  quieras porque no tienen contraindicaciones médicas y son supersanas.

Empieza el dí­a con ejercicio fí­sico

Si no haces nada de ejercicio ni practicas ningíºn deporte, quizá tu cuerpo te esté avisando de que necesita oxigenación y actividad, para regar mejor las neuronas de la “cabecita”, así­ que ponte a ello. Si ya haces tu tiempo de ejercicio a otra hora del dí­a, prueba un par de dí­as lo de madrugar y salir a caminar o a correr, entre media hora y una hora. Hacer ejercicio a primera hora del dí­a parece que cunde el doble, y aporta una dosis de vitalidad para empezar la jornada que influye notablemente en cómo afrontas las primeras tareas, que ya sabes que son las más importantes.

Desayuna bien

Y después de un buen rato de movimiento y actividad fí­sica, lo que se impone es un generoso desayuno, rico en fibras, fruta y leche (o yoghourt). Para también a media maí±ana para tomar una pieza de fruta y seguir camino. El café es otro sí­mbolo de buen estudiante y es que tiene efectos muy beneficiosos sobre el organismo, además de mantenernos bien despiertos.

Vigila el correo

Uno de los mayores sumideros de tiempo del estudiante es el correo electrónico. Nuestro consejo no es que te hagas un monje cartujo y te aí­sles, dejando un montón de mails sin respuesta o sin lectura, pero sí­ que te lo tomes de otra manera: que eso de ver el correo no es lo más importante en tu agenda por muy imprescindible que te parezca. Esperemos que no necesites un tratamiento de deshabituación para separarte de tu BlackBerry ;-)

Esa llamada no es tan importante

En la misma lí­nea que lo del correo están las llamadas, los mensajes de Whatsapp o Line, el Skype, etc, etc. Si yo soy estudiante y me falta fuelle para llegar al próximo oasis vacacional, me plantearí­a un recorte sustancial de consultas a mi smartphone mientras estoy estudiando. Si lo hago bien, luego tendré mucho tiempo libre para contestar a todo el mundo y enterarme de todas las novedades del Twitter y del Facebook. Y seguro, seguro que reduzco la fatiga de mi vida diaria. ¡Pues no es cansado responder a todas las conversaciones que se abren cada dí­a!

Incrementa el tiempo de sueí±o

Si ya estás dispuesto a seguir el primero de nuestros consejos, el cumplimiento de este te vendrá casi dado. El deporte a primera hora de la maí±ana requerirá de ti que hagas descansos apropiados, durmiendo entre 7 y 8 horas absolutamente reponedoras. No hay mejor anfeta para el estudiante que el dormir, no hay pastilla, pirula, dosis o trago que mejore las ventajas del sueí±o. Supone un pequeí±o esfuerzo los primeros dí­as, pero luego compensan todas las ventajas. Te sentirás nuevo.

Recorta tiempos que no llevan a ninguna parte

Es muy importante que seas eficaz con el tiempo que tiene tu dí­a. Esto te obligará a decir “no” a muchas cosas que no son sino vertederos de tu energí­a, actividades que haces a diario que ves que no conducen a nada y solo te restan ganas o vitalidad. En lugar de eso, dedica el tiempo a automotivarte, a concentrarte en tus objetivos y a reconocer tus logros. Esto no lo hacemos a menudo y es superimportante para seguir camino con ilusión. Dale prioridad a los tiempos de concentración y de relajación

Destierra el desorden

Tu vida es más fácil y el peso más ligero cuando has practicado un poco el sano hábito del orden. Empieza por tu cuarto: ¿cuántas cosas hay en tu mesa de escritorio, en los cajones o en el armario que realmente no necesitas? Ponlo patas arriba todo y luego ordénalo, sanéalo, diseí±a de nuevo tu habitación, tu sitio de estudio, construye tíº mismo la mesa, una nueva cajonera, una balda nueva para el armario…. De esta manera estarás entreteniendo también pensamientos nocivos: construir, hacer, arreglar, ordenar, son estupendas actividades fí­sicas para evadirte un poco y recuperar energí­a y ganas de seguir adelante.

Planifica tus descansos

Uno de los puntos que me sumieron durante uno o dos aí±os en el fracaso como estudiante era que me poní­a a estudiar a una hora y paraba cuando estaba realmente cansado. Estudiar hasta la extenuación es improductivo y sólo genera cansancio: es un ritmo imposible de mantener y, desde luego, no aprovecha nada en cuanto a adquirir conocimiento…

Mi vida cambió cuando un compaí±ero me participó cómo planificaba él los tiempos de estudio: todo tiempos bien medidos y con paradas para descansar, que eran tan sagradas como las estaciones del Ví­a Crucis. No te saltes ningíºn descanso de tu jornada y procura que esa parada sea provechosa, que te distraiga y oxigene. También planifica una gran parada a la semana: tu dí­a sagrado, donde todo folio o apunte está prohibido.

¿Cuáles son tus reglas y tus tabíºes cuando te sientes cansado? ¿Cómo priorizas para llegar a las vacaciones?

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