Reenganchándonos a las clases

¿Cómo han ido las Navidades? ¿Te has preparado para volver a la rutina? No sé si te has fijado en el calendario de este aí±o recién comenzado, pero las siguientes vacaciones, las de Semana Santa, quedan bastante lejos (prácticamente a finales de abril). Habrás notado que de la rutina no se habla nada bien, pero si te paras un poco a pensar no es tan mala como la pintan. Sí­, sé que vas a decir que me he vuelto loco o que sufro una indigestión de mazapanes, pero si no regulas un poco tu vida y tus estudios por las pautas que nos va dando el calendario, la sensación de despiste y de desastre es peor aíºn. Vamos que esto de la rutina de los dí­as y las semanas, al final nos ayuda a canalizar nuestras energí­as, nuestros deseos y en general nuestras vidas como estudiantes. No te lo tomes con estrés.





Lo que en ningíºn caso es bueno para el cuerpo ni para la mente es comenzar las clases de una forma explosiva para luego quedarnos sin chispa, sin fuelle pasados unos dí­as. Uno se frustra, se quema al ver que nada sale. Las cosas necesitan un tiempo para realizarse.

Nuestro consejo para que mantengas con vigor tus propósitos de Aí±o Nuevo durante el tiempo suficiente para cumplirlos y manejar tu organización como estudiante de forma más eficaz es que vayas construyendo un plan de acción de fases progresivas y de motivación, eso sí­, desde el primer momento. Esperamos que te sirva:

Valora hasta donde has llegado

Echa la mirada atrás y contempla donde estás. Siente orgullo de los logros conseguidos durante el primer trimestre o cuatrimestre. Seguramente, si seguiste nuestros anteriores consejos, ahora en enero tendrás tus apuntes ordenados, ampliados y recopilados, por lo que tu incorporación a las clases va a ser menos angustiosa. ¿No has notado nunca lo bien que se siente uno cuando están los deberes hechos? Valora también tus esfuerzos por acabar a tiempo todos los trabajos de clase y entregarlos a tiempo, la amistad de tus compaí±eros, los resultados de los primeros parciales. Si no te fue bien del todo, al menos habrás detectado tus puntos débiles, en qué aspectos tienes que mejorar este nuevo trimestre.

Disfruta hasta el íºltimo minuto

Regla fundamental para reengancharse a clase con la mayor energí­a es haber disfrutado de las vacaciones navideí±as a tope y haberte concendido el descanso que necesitabas para reponer fuerzas. Pero también es preciso que no veas la vuelta a clase como un agobio o una carga pesada. Para que no sea tan negro el panorama te aconsejamos que tengas presentes y que visualices siempre tus metas; eso que quieres lograr a toda costa tenlo en mente siempre, anótalo en un papel y pégalo al corcho de la pared de tu cuarto si es preciso, para que no te olvides de ello: un viaje, un concierto en verano, el reunirte con tus amigos de nuevo, o el conseguir por fin el iPhone 4 que no te trajeron los Reyes, etc, etc…

Piensa en los aspectos positivos de la vuelta a clase

No me digas que no tienes ganas de ver a alguno de tus compis otra vez. Seguro que este trimestre podréis reeditar vuestros “grandes éxitos” como colegas. Tómate lo que viene como una aventura sin desperdiciar la oportunidad de aprender dí­a a dí­a: cada minuto es importante. Igualmente, no te dejes llevar por pensamientos angustiosos o de pánico: con la debida planificación, da tiempo a todo y si hasta ahora no has sido muy diligente, piensa que con un buen plan te puedes poner al dí­a en cualquier momento. En este blog y a lo largo de este curso en Mi Rincón, nuestra jovencí­sima red social para estudiantes,   nosotros te infundiremos la motivación y los recursos educativos más interesantes para facilitarte todo el proceso.

Acompaí±a la vuelta a clase con algíºn otro propósito saludable

Es bueno que el reenganche a la rutina venga acompaí±ado de uno de esos propósitos que te marcaste cuando comí­as las 12 uvas de Nochevieja: apuntarte al gimnasio, empezar un deporte, dejar de fumar, quitarte 2 kilos o ganarlos, segíºn los casos, aprender inglés u otro idioma, o una habilidad nueva con el ordenador (editar ví­deo, etc)… La forma de que esos propósitos luego no caigan en el olvido a cabo de unas semanas está en el propio ejercicio de ese propósito y en cómo te lo tomas: te tiene que gustar, a la semana de empezar a correr o a nadar, tienes que ser un yonky del running o del agua clorada. ¡Verás cómo te pone las pilas!

Concédete algíºn capricho de vez en cuando

No todo en la vií±a del Seí±or es sacrificio, disciplina y rigidez. Aprovecha el tiempo y organí­zate, sí­, pero la clave para que todo este tinglado de la productividad no sea una entelequia imposible de realizar, es que te aclimates progresivamente. Pon algíºn bombón en tu dieta, haz el propósito para que un dí­a a la semana sea de completo relax y no toques los apuntes (el sábado, el domingo), un fin de semana al mes permí­tete un viaje, una excursión de desconexión… Reinvéntate continuamente: las excepciones no son algo malo.

Si tienes otras fórmulas de motivación o quieres comentarnos cómo te has tomado la vueltas a las clases después de las Navidades, por ahí­ abajo tienes dónde dejarnos unas palabras ;-)

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