Homeschooling o el arte de estudiar sin salir de casa

Muchos habréis pensado en numerosas ocasiones que la práctica homeschooling es la mejor forma de estudio ya que, pensándolo desde el lado más vago, no hay que levantarse pronto, se pueden dar las clases en pijama, puedes dormir en los dí­as lluviosos, no hay que ir corriendo hacia el autobíºs… pero esta técnica de estudio, casi una forma de vida, es mucho más.





Para quien no lo sepa, el Homeschooling, o Educación en Casa, es la opción que eligen algunos padres de instruir a sus hijos en lugares ajenos a la escuela y asumir de forma í­ntegra el método de enseí±anza  tanto en aspectos de adquisición de conocimientos, como en trasmisión de valores y principios.

Esta idea surgió a comienzos de la década de los 70, cuando la eficacia de la escolarización y la educación obligatoria fue cuestionada por los pensadores Ivan Liich y Harold Bennet. En sus libros mostraron la educación como una forma de presión y coacción que, segíºn su punto de vista, habrí­a que suprimir. Estas teorí­as fueron seguidas por John Holt  que escribió el libro  â€œInstead of education: Ways to help people do things better”. Después de este libro numerosas familias contactaron con él para llevar a cabo sus métodos, y desde ahí­ comenzó con la publicación de una revista dedicada a la educación en el hogar llamada “Growing Without Schooling”.

La opción de educar en casa a suscitado controversia  por toda parte del mundo. Hay en paí­ses donde no se cuestiona su eficacia y es legal como en EEUU, Inglaterra, Francia, Canadá, Japón, Irlanda, Suiza y Chile, en este íºltimo la educación de las familias que estudian en casa está muy por encima de las que optan por el colegio.Pero, a excepción de Alemania donde es ilegal su práctica, en el resto de paí­ses hay un vací­o legal. En la mayorí­a de sus constituciones se reconoce el derecho a la libertad de enseí±anza y el derecho de los padres a escoger el tipo de educación que dar, pero todos los casos de desescolarización se ven en la obligación de ser tratados por los encargados de asuntos sociales.

En todo caso, ¡la polémica está servida!  Aquí­ se confrontan 2 ideas: Homeschooling vs Escolarización.

Estudiosos del tema y pedagogos afirman que la opción de educar en casa no garantiza el libre desarrollo de la personalidad individual, mientras que quienes apoyan la postura del Homeschooling postulan que las familias pueden formar en ideas y convicciones propias sin influencias negativas de lugares ajenos.

La socialización es una de las causas que hacen importante la escolarización. Es un hábito que se adquiere con el dí­a a dí­a rodeado de gente en un mismo entorno. El hecho contrario producirí­a que no se sepa tratar adecuadamente con otras personas. Sin embargo, el no tener relación infantil diaria en el colegio no debe porqué suponer un problema si en otros ámbitos se hace lo posible por educar y enseí±ar a convivir con las personas.

Hay ocasiones en que los nií±os tienen necesidades educativas especiales (Hiperactividad, Dislexia, Superdotación…) y no encuentran su lugar en la escuela. Por un lado estarí­a la opción de educarles en casa a un ritmo diferente al que rige el estado, basándose en las capacidades individuales del nií±o, pero por otro, también estarí­a la opción de escolarizarles en colegios especiales que se adaptan a sus necesidades.

Con la práctica del Homeschooling la familia ha de replantearse sus horarios y tener un tiempo de dedicación exclusivamente para el nií±o, pero  a su vez, se puede ver como una forma de pasar más tiempo con los hijos.

En este método educativo “atí­pico” los nií±os pueden sentirse desplazados ya que tienen una experiencia vital diferente, pero si esto fuese así­, y el nií±o viviese con desasosiego, siempre es posible plantearse retomar el sistema presencial.

Los exámenes oficiales muestran que los estudiantes preparados en casa se muestran en unas décimas por encima que los escolarizados en el sistema oficial, pero en el momento que tratan de acceder a estudios universitarios se encuentran perdidos al no estar acostumbrados a la dinámica de trabajo profesor-alumno.

Para estar capacitado para enseí±ar en casa hay que tener una preparación media de la que no todas las familias disponen, y esto puede hacer disminuir la eficiencia del estudiante. Sin embargo, en un colegio, quien imparte la asignatura es alguien que se ha formado para ello. Son muchas las posturas a favor y en contra. El 75% de las familias que eligen educar en casa son grupos evangélicos. Pero en Espaí±a esta opción va en aumento.

Visto lo visto, ¿tíº que opinas? ¿Preferirí­as estudiar y formarte en casa renunciando al contacto diario con profesores, compaí±eros y el entorno de las escuela?

Autor: Macarena Lobato

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