Causa buena impresión a tus profesores

Un curso no es solo llegar al examen, hacerlo y estar pendiente del resultado, aprobar o suspender. No. Curso, etimológicamente, viene del latí­n cursus, que significaba carrera.

Y en esa carrera cotidiana de los dí­as de aprendizaje hay multitud de ocasiones en las que el profesor evalíºa nuestra competencia y nuestra actitud. Es fundamental, pues, causar buena impresión a esa persona que dirige nuestro aprendizaje y de la que esperamos que sea capaz de extraer lo mejor de nuestra personalidad, en lo que al plano educativo se refiere.

Aquí­ van, amigo vago, unos mí­nimos consejos para intentar mejorar nuestra actitud cuando surgen esas ocasiones en que tenemos que charlar o entrevistarnos con nuestro profesor o nuestra profesora a lo largo del curso. Parte de nuestra evaluación está en esos detalles.

Estudia todo lo que puedas

No hay nada que más agrade a un profesor que la materia que explicó en clase haya encontrado respuesta en tu estudio de las cuestiones.

Haz preguntas interesantes sobre los temas

En relación al punto anterior, esa buena impresión crece varios puntos en tu barra de progreso cuando de ese estudio eres capaz de extraer dudas, cuestiones, preguntas e interrogantes que en definitiva, demuestran tu interés en ampliar conocimientos sobre diversos temas.

Lleva al dí­a las asignaturas

Quizá sea la mejor manera de ampliar estudios sobre cuestiones varias y obtener las mejores claves e ideas válidas para el examen de los profesores. Además, es otra muestra de tu interés y de tu disposición a las buenas calificaciones

Responde a preguntas en clase… con moderación

Sé participativo, no dudes en contestar esas cuestiones que el profe lanza en el aula, pero sin pasarse. El que es demasiado listillo tampoco cae bien. No te creas que el profesor no se da cuenta de quién lleva preparadas todas las lecciones y se atreve incluso a improvisados exámenes orales durante la clase.

Descubre tus puntos débiles y atácalos

Muchos nos comentáis que todo lo que decimos está muy bien, pero la vergí¼enza de acercarse a la tutorí­a, el qué dirán los compaí±eros, etc… Nada, pero nada de nada. Quien ha conseguido cosas importantes es el que ha roto las barreras de cualquier reparo y se atreve a todo. Ni miedo, ni vergí¼enza, recuérdalo.

Di siempre la verdad

Sé franco con el profesor. Si has entablado ya con tu tutor esa relación de la que venimos hablando, comprenderá también tus situaciones difí­ciles y otros condicionantes que hacen tu aprendizaje algo más difí­cil, y no tendrás necesidad de recurrir a excusas o parapetarte en mentiras huecas, que no llevan a ningíºn lado.

No critiques a tus compaí±eros

La nobleza siempre por delante, amigo vago. Tíº eres tíº y tus circunstancias. Ningíºn compaí±ero tiene culpa real de lo que seamos o hagamos y hemos de sobreponernos nosotros mismos a cualquier cuestión.

Tus apuntes y trabajos claros y limpios

La buena impresión que causa tu aseo personal y tu vestuario correcto en las clases, tiene que tener su reflejo en tus apuntes y trabajos. Sé pulcro y ordenado en tu escritorio de trabajo, mantén organizados y al dí­a tus apuntes, con ampliaciones y notas, de modo que se vea que realmente no andas perdido en un mar de papeles.

Por otra parte, si quieres presentarle al profesor monografí­as y trabajos de primera categorí­a, te recomendamos sin lugar a dudas, un vistazo a nuestro libro sobre el tema: sencillo, cortito y muy barato ;)

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