Y cuando te decimos “repasar” queremos decir que a íºltima hora ya es un mal momento para ponerse a estudiar temas nuevos, apuntes que nunca hayan pasado por tus manos, hojas que no hayas leído en tu vida. No queda tiempo para pedirle a tu memoria un esfuerzo tan grande sin que otras partes bien hechas en todo el proceso de estudio que te hemos venido indicando en anteriores posts se resientan.
¿Que es lo que debes hacer en estos íºltimos días de cara al examen? ¿Cómo debes organizar los repasos? Vamos a intentar darte las claves de lo que sería “ir deprisa” (porque la situación lo requiere), pero sin perder la calma:
Un buen repaso tiene sus fases
En primer lugar, el repaso que fija conceptos en tu memoria es el que deberías haber hecho aproximadamente a las 24 horas de haber empollado un tema y tenerlo memorizado. Posteriormente, hay un repaso o una serie de repasos que se pueden con periodicidad semanal y que te sirven para detectar qué cosas de una lección, de un tema, etc se te han olvidado transcurrido ese tiempo; decimos que estos repasos intermedios pueden ser varios, porque han de ser tantos como necesites hasta que estés seguro de que tienes el tema controlado, y que no se escapa nada importante. Por íºltimo, el repaso final es el que corresponde ahora, cuando el examen está prácticamente encima.
Obviamente, si no has hecho las fases anteriores del repaso, la inicial y la intermedia, este repaso final va a tener que ser una mezcla de los tres: fijar conceptos, asegurar el tema y memorización de detalles.
No mires los apuntes mientras repasas
Es conveniente que recites lo que te sepas de un tema o, como mínimo, que reproduzcas mentalmente el contenido de los apuntes. No importa la situación en que hagas este repaso mental: puedes estar duchándote, paseando tranquilamente después de la jornada de estudio, haciendo la comida… El hecho de que recuerdes cosas en cualquier circunstancia va a ayudarte a destensar tus nervios y te va aportar mucha confianza en tus posibilidades.
Si me apuras, es como si te pusieses a prueba antes del examen diciéndote “voy a ver si me acuerdo de esto“.
Por supuesto, antes de empezar el repaso del siguiente tema es conveniente que acudas a los apuntes para ver “qué es lo que te dejaste”, qué parte del tema repasado anteriormente se te olvidó, si es que se te olvidó algo. Piensa que, con tan poco tiempo por delante, podría ser la íºltima vez que echases un vistazo a ese tema. Una lectura rápida con atención debería bastar para que fijes ya ese concepto y no se te vuelva a ecapar.
Haz una autoevaluación sincera
Esta parte está muy en consonancia con los repasos finales recitados, ya que cuando estés recitando un tema, mentalmente o a viva voz, vas a saber perfectamente en qué estado te encuentras de cara al examen. Digamos que es muy conveniente que te evalíºes para reorganizar tu calendario de estudios en función de tus conocimientos y de si lo que se te ha olvidado de un tema durante el repaso es mucho, es poco, hay conceptos importantes o sólo han sido detalles…
Es fundamental que esta autoevaluación se parezca lo más posible al modelo de examen al que te vas a enfrentar: se trata de reproducirlo lo más fielmente posible, así que no estaría nada mal que accedieras a nuestro catálogo de exámenes para ver si hay plantillas o modelos disponibles de aí±os anteriores, etc.
Ni qué decir tiene que la autoevaluación puede ser un arma de doble filo: puede que te pongas más nervioso si la haces mal o no te acuerdas de nada, predisponiéndote negativamente de cara al examen real; pero también te puede dar un extra de motivación para hacerlo mejor en la prueba de verdad. Si sabes de antemano que estás mal, que no te sabes nada porque no has dado un palo al agua, etc, olvida esta fase y ponte a estudiar aunque sea la típica “quiniela” de preguntas que caen todos los aí±os. Pero eso, te advertimos, no es el método de estudio que debieras de seguir siempre.
Evita los fallos de memoria
Es fácil decirlo, ¿verdad? Pero es en serio que si a la memoria le das un poco de tregua, vas a salir muy beneficiado. Procura descansar mucho en estos días finales. No queremos decir que duermas 14 y 15 horas, sino que hagas el sueí±o que baste para tu descanso, entre 7 y 8 horas. Destierra de tus planes las noches sin dormir y las palizas a estudiar de íºltima hora. Salvo que tengas de cara al factor suerte y te toque algo que te has mirado en los íºltimos minutos antes de ir al examen, estas maratones de empollar no te van a llevar nada más que a la confusión y al atasco.
Te acosejamos también que, para dominar un poco tus nervios, en los períodos que no estés estudiando hagas una vida normal: salir a pasear, hacer deporte, escuchar un poco de míºsica, ver algíºn programa o serie de televisión que te guste. Cuida también tu alimentación, ya te lo hemos comentado alguna vez, porque es fundamental sentirte ligero, ágil y, por todo ello, optimista a la hora de sentarte en el sillón a repasar. Practica alguna técnica relajante para quitarte el agobio de encima y afrontes con más confianza tus exámenes. En nuestras Vagotecas encontrarás un montón de consejos y técnicas que te pueden ayudar a recuperar la calma de forma natural.
Puedes compartir tus truquillos previos al examen comentando este post ;)