Hasta ahora no era un tema que te preocupaba. Te poní­as a estudiar en cualquier lugar desordenado de tu casa o encima de la cama, echado, encima de un montón de cosas revueltas que pululan por la habitación como agitadas por algún tipo de duende mágico.

Pero te das cuenta con el tiempo que necesitas más eficiencia. Un compañero te ha contado cómo introducir un poco de orden y limpieza en el lugar de estudio ha logrado hacerle más productivo y eficaz. Más resolutivo.

Y te propones hacer lo mismo. Pero no sabes cómo hacerlo o por dónde empezar a crear un sitio de estudio óptimo e incluso fomentar el hábito de la lectura.

Quizá te puedan ayudar nuestros consejos.

¿Dónde estudiar?

Puedes elegir un lugar público. Hay vagos que se sienten más inspirados para mantener un esfuerzo intelectual constante en sitios donde se perciban rodeados de ambiente humano, de otra gente: una biblioteca (más silencioso), una cafeterí­a (más ruidoso), salas de coworking, etc.

Pero lo más seguro es que te interese conseguir un mejor puesto de trabajo y estudio dentro de tu propia casa, o en el cuarto de tu residencia para estudiantes. Si estás en la última opción o si solo dispones de una pieza en la casa, no hay más que hablar: tendrás que adaptarte a las dimensiones, a la estructura y al mobiliario existente.

En cambio, si puedes elegir una pieza del apartamento o de la casa, quizás te interese construir tu nido de estudiante en una habitación con buena luz natural, sin temperaturas extremas o corrientes de aire excesivas y con unas proporciones adecuadas para instalar tu mesa de estudio y un pequeño sitio donde relajarte: algo tipo sofá y una mesita, para separar ambientes, de trabajo y de relax, dentro de la misma pieza. Transmite mucha sensación de paz y serenidad ver que tienes un pequeño hueco para tu descanso tan cerca de tu “potro de tortur”… ¡ejem!, tan cerca de tu lugar de trabajo.

¿Cómo debe ser la mesa de estudio?

Vemos muchas veces en fotografí­as escritorios amplí­simos y alucinantes, repletos de tecnologí­a pasmosa y siempre al íºltimo diseí±o. Y entonces queremos uno igual, grande, lujoso, casi motorizado, como si ese escritorio fuera casi capaz de estudiar por nosotros.

No. La respuesta es que tu mesa de estudio debe ser lo más sencilla posible.

Te podemos sugerir que sí­ orientes la mesa de manera que la luz que haya en el cuarto no te provoque deslumbramientos o zonas ciegas de penumbra, pero eres tíº quien has de ver qué superficie de tabla necesitas, cuántos cajones y librerí­as van a organizar el material de tu trabajo alrededor de la mesa y la ubicación concreta de la mesa. Hay gente muy maniática con este tema y piensan que el 90% del factor de concentración depende de la orientación de la mesa hacia uno de los puntos cardinales. Yo todaví­a no le he encontrado el punto o la gracia a esto por más que he consultado a los geólogos, y por más que he girado la mesa en una dirección o en otra: jamás se ha abierto una puerta interestelar por la que aparezcan de repente las musas del estudio. Pero oye, a lo mejor es cosa de seguir intentándolo (siempre que no le rayes el suelo o el parqué a tus padres moviendo la mesa, claro) ;)

Más abajo te hablamos de lo que debe haber en la mesa de todo buen estudiante.

¿Qué postura es mejor para estudiar?

Fí­jate que no hemos dicho “cómo sentarse para estudiar”, porque hay muchos expertos en ergonomí­a partidarios de trabajar de pie, en mesas altas tipo mostrador. Por lo visto se favorece más la circulación de la sangre, sobre todo si se dan pequeí±os pasos o paseí­tos y, desde luego, la espalda no se resiente tanto como cuando pasas horas y horas sentado, quizás forzando el cuello y las vértebras en una postura menos natural.

En todo caso, hay que reconocer que no todo el mundo puede trabajar de pie, o al menos durante muchas horas, sin que se fatiguen también las piernas o gente, por ejemplo, con problemas circulatorios (varices, etc).

Si eres de los que prefieres estudiar sentado, recuerda, siempre la espalda recta, procurando no encorvarte. Eso de que el estudiante debe “hincar los codos” es un dicho que merece pasar a la historia, por insensato y antiergonómico. Si te es posible, busca una silla que tenga reposo lumbar, que te permita un ajuste de altura de manera que la mesa quede a la altura de tu estómago.

La postura debe ser tal que a lo sumo necesites inclinar levemente la cabeza, pero el resto de tu cuerpo, piernas incluí­das, seguir la estructura de la silla, no sentarse en ella como si te hubieras caí­do del cielo. Por íºltimo, busca un buen reposapiés: la circulación de tus piernas lo agradecerá.

¿Qué material necesito para ser más productivo?

El justo y el necesario. Somos muy partidarios del minimalismo. Lo imprescindible para esa concreta sesión de estudio. Por eso se inventaron las estanterí­as y las cajoneras: para guardar lo accesorio, lo que no tiene por qué estar a la vista continuamente.

Nuestra sugerencia para vagos que busquen la armoní­a sobre su mesa de estudio:

1. Un atril; he mejorado mucho mi productividad desde que tengo uno. El atril es ese soporte para libros que te permite tenerlo abierto y en una postura más vertical. También sirve para tener en vertical folios que quiero copiar o pasar a limpio en el ordenador, sin tener que agachar la cabeza.
2. Una lámpara o flexo; hoy en dí­a puedes escoger el tipo de luz que mejor vaya contigo y que daí±e menos tu vista; yo prefiero la luz blanca, intensa, LED y que imite lo más posible a la luz natural. Es mano de santo en las noches ;)
3. Una pizca de vida; una plantita, que no ocupe mucho espacio y dé ese toque de armoní­a y de verde a tu escritorio
4. Un posavasos; Yo soy incapaz de pasar sesiones largas de estudio sin mi taza de té verde. Me aporta estimulación en jornadas intensas de trabajo y además sé que me limpia por dentro, o como digan los naturópatas. Otras opciones, segíºn gustos, café, mate, o incluso la simple y tradicional botellita de agua. Toma muchos lí­quidos cuando estudies ;)
5. El leitmotiv; ¿Ehhh? ¿Qué es eso? Un cuadrito en la pared que ves de frente o en el cristal de la ventana, un pequeí±o folio plastificado y pegado en tu mesa, un wallpaper chulo para el desktop de tu ordenador que contenga esa frase que te llena de inspiración y motivación, de fuerza para seguir.

A partir de aquí­, personalí­cese la mesa de estudio a gusto del consumidor ;)

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