Tras la muerte por suicidio en el entorno familiar, escolar o laboral, la sensación de “no hay nada qué hacer” es inevitable. Las cifras de suicido en el mundo van en aumento exponencial.
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Para las personas cercanas, empieza un proceso muy complicado que necesita de todo el apoyo posible, esta ayuda también se encuentra al vivir otras situaciones traumáticas.
Ana González-Pinto, jefa del Servicio de Psiquiatría en funciones del Hospital Universitario Araba (Álava) y presidenta de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental de España, explicó a Muy Interesante en que consiste la posvención, un término que comienza a oírse cada vez más en el ámbito de la prevención: así se denomina al conjunto de acciones que se realizan para reducir el riesgo de suicidio en familiares de fallecidos por esta causa, y que promueven la mejoría de síntomas depresivos asociados a la pérdida del ser querido.
La especialista dijo que se ha demostrado, sin duda alguna, que los familiares tienen mayor riesgo de muerte por suicidio. En este sentido, las estrategias de posvención, tras haber sido analizadas recientemente, han mostrado ser muy efectivas.
Posvención
Aunque no es un término nuevo, sí forma parte de un abordaje novedoso. De hecho, González-Pinto aseguró que aún se está empezando a organizar este tipo de asistencia.
“Si el paciente fallece en un hospital o mientras es tratado en un centro de salud mental, se recibe a la familia y se realiza esta intervención. Pero la mayoría de los difuntos por suicidio no estaban en tratamiento psiquiátrico. Por eso, muchas comunidades autónomas de nuestro país se están planteando cómo organizar la atención a los allegados de esas personas”, subraya González-Pinto.
Los profesionales tienen limitaciones para acceder a la información sobre la persona fallecida y, por extensión a su entorno, debido a la falta de acuerdo con las instituciones forenses.
Especialistas han dicho que una intervención inmediata es beneficiosa, ya que es un recurso ofrecido por parte de iguales, personas que han vivido esa misma experiencia, lo que facilita la gestión de un duelo muy complejo.
Las acciones emprendidas ayudan a llegar a los lugares a los que los profesionales no pueden llegar. Apuntan que es un trabajo en conjunto, y que esa labor ayudará a mejorar el pronóstico en las personas afectadas.
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Autor: I.S. con información de Muy Interesante