China ya cuenta con los trenes más rápidos del mundo y en el 2014 presentó la idea de construir una nueva línea ferroviaria en China-Rusia-Canadá-Estados Unidos con un coste de esperado de 200 mil millones de dólares. Este proyecto busca dar un paso más extremo, ya que buscará ser un tren submarino con una longitud aproximada de 13 mil kilómetros bajo la superficie, allanando el camino para un nuevo tipo de turismo y comercio en el planeta.

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Nueva red ferroviaria de alta velocidad

Mientras sigue avanzando con sus impresionantes redes ferroviarias terrestres, la nación no parece querer limitarse a la superficie y está poniendo sus ojos más allá. Comenzando con que China es la casa de la red ferroviaria de alta velocidad más grande del mundo, que se extiende por más de 37 mil kilómetros y con el tren de funcionamiento comercial más rápido: el maglev de Shanghái, que recorre a la velocidad máxima de 431 km/h, la línea que une el aeropuerto internacional Shanghái Pudong y al estación Longyang Road en el lado este de Shanghái.

Los planes para el nuevo tren

El nuevo tren submarino de alta velocidad iría desde China continental, a través de Siberia en el este de Rusia, del Estrecho de Bering hasta Alaska, mediante un túnel submarino de unos 200 kilómetros, de los picos rocosos de Yukón, Canadá y Columbia Británica, para llegar hasta Estados Unidos.

Este plan, que fue informado en su momento por diversos medios de comunicación, reforzaría la ya de por sí impresionante red ferroviaria de alta velocidad de China e impulsaría el comercio entre China, Rusia, Canadá y Estados Unidos.

Cuando el plan fue planteado, hace siete años, los ingenieros chinos (China Railway) afirmaron ya estar en conversaciones con Rusia para iniciar el proyecto que estaban seguros de que sería factible con la tecnología actual.

¿Cómo va el proyecto?

Si todo sale como está planeado, podríamos viajar de China a Estados Unidos en dos días sin poner un pie en algún aeropuerto. Algo llamativo si tomamos en cuenta que un vuelo de Pekín a la Unión Americana tarda unas 14 horas. El tiempo y la comodidad del viaje serían sustanciales.

Aunque los datos más recientes afirman que el plan parece estar en pausa. Los detractores han señalado que los vuelos y los buques de carga son una opción más barata para el comercio, y sus infraestructuras ya están instaladas. Por otro lado, también señalan que un tren submarino sería una infraestructura sin precedentes y con un coste masivo.

También debemos señalar las tensiones gubernamentales entre las potencias mundiales, mismas que no ayudan al desarrollo del proyecto en estos momentos. Hoy en día parece más una utopía que una realidad.

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Autor: I.S.