Llegada al final del curso

Estas semanas son clave en el calendario del curso. Unos entregando trabajos o monografí­as, otros haciendo exámenes finales, otros intentando el acceso a la Universidad… Las clases han terminado ya o terminan estos dí­as y se abre un perí­odo de vacaciones que algunos vivirán a tope en pleno descanso y otros aprovecharán para currar en algíºn trabajillo de verano o para ampliar estudios bien en su paí­s o en el extranjero, fortaleciendo habilidades con los idiomas.

En cualquiera de los casos en que te encuentres, el final del curso siempre es una etapa de transición hacia otro momento de tu vida.

Puede que estés en fase de cambiar de grado de educación: acabando la Secundaria para entrar en Bachillerato. Puede que estés a punto de orientar tu vida hacia destinos más profesionales, comenzando la FP, quizás ya buscando trabajo, o puede que estés acabando la etapa preuniversitaria para integrarte en lo que se llaman estudios superiores. De todas estas situaciones la que más drama ocasiona a muchos estudiantes es precisamente el de qué oferta educativa elegir y cómo no equivocarse al seleccionar los estudios. Hace un tiempo os orientábamos sobre “Qué estudios elegir” con un post donde mencionábamos una serie de factores de selección de carreras muy ajustados a la realidad de lo que luego va a exigir el mercado laboral.

Para la gente que esté a punto de elegir estudios universitarios, estos dí­as son precipitados. Si no tienen una vocación de carrera formada con los aí±os, la elección va a tener que fraguarse en función de notas de corte, carreras con numerus clausus o perspectivas laborales que tengan esos estudios. Nosotros os recomendábamos en aquel artí­culo ser muy francos con vosotros mismos, conocer muy bien todas las alternativas de carreras posibles, ser ambiciosos en el sentido de no conformarse con lo primero que encontremos y que consideremos fácil para nuestras posibilidades (lo fácil, como lo barato, a la larga suele salir caro ;) ) además de estar siempre en contacto con los hervideros de trabajo relacionados con esa disciplina. El consejo más importante era el de replantearse los estudios siempre que no nos encajen, cambiando de carrera antes de que nos metamos de lleno en una encerrona…

En todo caso para aquellos que estén a punto de dejar los estudios y buscar un hueco en el mercado laboral siempre serí­a aconsejable que hubiese una gestión efectiva de demandas y ofertas   donde la asignación de trabajos a recién graduados se materializase en una reducción de los tiempos de espera hasta que los licenciados se incorporan a su primer trabajo, misión cada dí­a más imposible. Ojalá existiera en todos los paí­ses “amigos” de Rincón del Vago una herramienta a recomendar como la que veí­amos esta semana en WWWhatsNew: la aplicación se llama Congradz y consite en en un portal de empleo para recién graduados. Se supone que con ofertas escalables en función de carreras, habilidades técnicas adquiridas, grado de formación… lo que permitirí­a una mayor segmentación de perfiles e identificación rápida de los mismos por parte de las empresas: los benjamines del mercado laboral recién salidos de las aulas, reclutados por las compaí±í­as sin necesidad de visitar el status de desempleo. ¡A ver si cuaja la idea!

Entre las redes sociales, hay una que se alza como la “referencia” en la que respecta a encontrar trabajo, fuera del concepto de portal de empleo, o bien en la gestión de contactos con clara í­ndole laboral. Nos referimos a la primera red social que ha salido a Bolsa: LinkedIn.   En el blog de Emilio Marquez encontrábamos unas recomendaciones muy íºtiles para intentar conseguir trabajo utilizando la red LinkedIn, pasos fundamentales para entablar sinergias profesionales, mejorar nuestro perfil laboral, etc.

Acabados los estudios o estando en transición de unos estudios a otros, ¿cómo debemos afrontar la nueva situación o gestionar estos cambios en nuestra vida de estudiante o pasando de estudiantes a “currantes”? En este sentido, un artí­culo titulado “Dése permiso para ser humano” y que publicaba La Vanguardia nos daba ciertas pistas, que nos atrevemos a traducir en estos consejos:

1) Si nunca fracasamos es que estamos muertos: es vital para triunfar aceptar las emociones que genera la derrota.

2) A la perfección no se llega por el sufrimiento gratuito, sino por el aprendizaje de las lecciones que dan los errores.

3) Tu bienestar futuro, tu éxito, dependerán en buena parte de que seas tíº mismo, y que al trabajo duro le agregues muchas capas de pensamiento positivo y de naturalidad.

¡Hayáis aprobado, pospuesto o suspendido una, varias o todas las asignaturas, feliz fin de curso!

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