Por primera vez, desde que se tienen registros, los niveles de dióxido de carbono (CO2) de la Tierra han alcanzado el nivel más alto registrado en la historia de la humanidad, según muestran los nuevos datos publicados inicialmente por el Instituto de Oceanografía Scripps de la Universidad de California en San Diego y respaldados, posteriormente, por los registros de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Las preocupantes cifras
Según ambos organismos, los niveles promedio mensuales de dióxido de carbono (CO2) superaron las 420 partes por millón (ppm) en abril, su pico más alto desde que comenzaron las mediciones precisas hace 64 años e incluso llegaron a 422.33 ppm en un día la semana anterior, mientras las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando en todo el mundo.
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Los datos del Instituto de Oceanografía Scripps de UC San Diego informó que la media mensual de dióxido de carbono (CO2) de referencia para abril de 2022 en el Observatorio Mauna Loa de Hawái fue de 420.02 ppm. Los registros de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), mostraron, para los primeros días de mayo, que los niveles alcanzaron las 421.33 ppm el 04 de mayo de 2022.
Datos históricos y nada buenos
La activista climática Greta Thunberg dijo en sus redes sociales que si se confirmaran estos niveles, sería “realmente innovador, como mínimo y no lo digo en el buen sentido…“.
Además, los datos recopilados por los instrumentos en el observatorio de la cima de la montaña en Mauna Loa en Hawái también confirmaron que el año pasado fue el primero en el que el CO2 atmosférico superó los niveles anteriores a la Revolución Industrial en más del 50 por ciento. Son cifras de récord en toda la historia de la humanidad.
Hace 20 años el mes más alto del año tenía 375.93 partes por millón. El incremento anual de la concentración de CO2 (ppm/año) se está acelerando en los últimos años, por lo que la pandemia de COVID-19 no puso freno a la disminución de las emisiones de CO2 debido a la paralización parcial de la actividad o a la disminución del transporte de mercancías y viajeros a nivel mundial que ha provocado la pandemia.
La concentración de CO2 en la atmósfera no depende de las emisiones anuales, sino del total de emisiones que se han ido acumulando hasta ese momento en la atmósfera. Desafortunadamente para nuestro planeta, el CO2 es un gas de larga vida y se estima que continúa calentando la atmósfera (forzamiento radiativo positivo) de forma irremisible ante el efecto de los gases de efecto invernadero.
Fue en 1958, cuando los científicos comenzaron a recopilar datos de CO2 en Mauna Loa; y el mes más alto del año tuvo solo 317.51 ppm.
Si bien los niveles de CO2 fluctúan a lo largo del año, es una de las principales causas del cambio climático y siempre ha sido impulsado, en gran parte, por la quema de combustibles fósiles en todo el mundo.
La salvedad, en este caso, según afirma la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), es que a pesar de una reducción temporal en las emisiones globales en 2020 debido a la pandemia de coronavirus, los niveles globales no han disminuido y la Tierra sigue calentándose a gran paso: el CO2 está aumentando actualmente unas 100 veces más rápido que otros periodos de la historia geológica que han visto aumentos más naturales en el dióxido de carbono.
Las cifras son una indicación sorprendente de cómo la actividad humana está cambiando radicalmente nuestro planeta y otra prueba más de que no estamos haciendo lo suficiente para remediar nuestro impacto.
“Es probable que mayo sea aún más alto“, comentó Axios Pieter Tans, científico principal del Laboratorio de Diagnóstico y Monitoreo Climático de la NOAA.
“Realmente necesitamos concentrarnos en reducir las emisiones y no hemos tenido mucho éxito a nivel mundial porque la tasa de aumento de CO2 sigue siendo tan alta como en la última década“.
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Autor: I.S. con información de Muy Interesante