5 grandes inventos de la química en el mundo moderno

El mundo actual no sería el mismo sin las innovaciones científicas

El mundo actual no sería el mismo sin las innovaciones científicas en el área de la química. Gran parte de nuestro desarrollo se lo debemos a ella. Lo peor de todo es que las personas sabemos muy poco sobre esta materia o las cosas que se han logrado crear para el consumo de la humanidad. En esta lista, enumeraremos algunas de las invenciones logradas gracias a esta rama de la ciencia.

La Penicilina

Es muy probable que la penicilina te haya salvado la vida alguna vez. Sin ella, un pinchazo con la espina de una rosa o tener la garganta irritada puede ser letal. Alexander Fleming es el que generalmente obtiene el crédito por su invención cuando, en el año 1928, observó que el moho en sus placas de Petri suprimía el crecimiento de bacterias. Pero a pesar de sus esfuerzos, no pudo extraer ni un poco de esa sustancia para su uso. Fleming se rindió y la investigación quedó paralizada durante 10 años. Hasta que en el año 1939 el farmacéutico australiano Howard Florey y su equipo de químicos, lograron purificar la penicilina para su uso.

Como dato curioso, la primera planta de producción de penicilina debió hacerse con bañeras y bidones de leche debido a que durante la segunda guerra mundial, los equipos de laboratorio eran escasos. Aunque los medios de prensa de la época estaban encantados con el hallazgo, Florey y su equipo no compartían el mismo entusiasmo y prefirieron mantener un perfil bajo. Posteriormente la ingeniera química Margaret Hutchinson Rousseau, en el año 1944, tomó el esquema de producción empleado por Foley y lo desarrolló a gran escala.

El proceso Haber – Bosch, o cómo se inventó el amoníaco

El nitrógeno es crucial en la bioquímica de cada ser vivo. También es el gas más común de nuestra atmósfera. Sin embargo, no suele reaccionar fácilmente con otros elementos, lo que hace que las plantas y animales no puedan extraerlo del aire, convirtiéndose en un factor limitante en diferentes oficios como el de la agricultura.

En 1910, los químicos alemanes Fritz Haber y Carl Bosch cambiaron esta situación cuando combinaron el nitrógeno y el hidrógeno, de nuestra atmósfera, para obtener amoníaco. Esto permitió que se utilizara como fertilizante de cultivos, alimentos que nosotros consumiríamos más tarde.

Hoy en día, el 80% del nitrógeno de nuestros cuerpos se debe a Haber y Bosch. Al lograr esta sencilla reacción química, hicieron del amoníaco el factor más importante del crecimiento poblacional del mundo en los últimos 100 años.

Polietileno, el accidente que se convirtió en invento

La mayoría de objetos plásticos como las tuberías, los cascos de seguridad y los envases de comida, son formas de polietileno. Las 80 millones de toneladas producidas cada año de este compuesto, son el resultado de dos descubrimientos accidentales.

El primero ocurrió en el año 1898 cuando el químico alemán Hans von Pechmann, mientras realizaba una investigación sobre algo totalmente diferente, notó una substancia similar a la cera en el fondo de sus tubos de ensayo. Junto a sus colegas investigó y descubrió que dicha substancia estaba conformada por largas cadenas de moléculas a las que decidieron llamar polietileno. El método utilizado para producir plástico no era práctico. Así ocurrió como con la penicilina, pasarían muchos años antes de poder lograr verdaderos avances en la manipulación de este material.

Hasta el año 1993, a través de un método totalmente distinto, no se descubrió otra forma de producir plástico.  El hallazgo fue realizado por químicos de las extintas Industrias Químicas Imperiales, en el momento que estaban trabajando en reacciones químicas con altas presiones. Ellos, notaron la misma sustancia que encontró von Pechmann en sus recipientes. Al principio fallaron muchas veces en reproducir el resultado deseado, hasta que se dieron cuenta de que el oxígeno accidentalmente, se había mezclado en la reacción, formando el plástico que conocemos hoy en día. Posteriormente, en 1935, la empresa sería la primera en fabricar plástico en todo el mundo y lo pondría, por primera vez, en manos de los consumidores.

La píldora anticonceptiva y el ñame mexicano

En el año 1930, los físicos entendieron el potencial que tenían las terapias hormonales para tratar el cáncer, el desorden menstrual y también su utilización como medida anticonceptiva. Sin embargo, los tratamientos e investigaciones se fueron postergando por lo ineficientes que eran los métodos a la hora de sintetizar hormonas. En aquella época, la progesterona tenía un precio muy elevado, lo que al día serían equivalentes a 1000$ por gramo. Ahora, en la actualidad, podemos comprar la misma cantidad por apenas unos pocos dólares. Russel Marker, un profesor de química orgánica en la Universidad de Pensilvania, redujo muchísimo el coste de la píldora al realizar un simple pero eficiente descubrimiento. Fue en búsqueda de plantas y frutos que tuvieran moléculas parecidas a la progesterona y se encontró con el ñame mexicano. Las raíces de este vegetal contenían el compuesto requerido para la píldora. Así que Marker aisló este componente e investigó hasta crear la primera píldora anticonceptiva de nuestra historia.

La pantalla en la que lees esta noticia

Increíblemente, la ambición de crear pantallas planas y a todo color fue una idea que nació en los años 60. Cuando el ministro de defensa británico expresó su deseo de querer reemplazar las robustas y costosas pantallas de rayos de tubos catódicos, por unas pantallas más planas.

En 1970, el gobierno británico comisionó a George Gray, profesor de la Universidad de Hull, a investigar sobre el potencial de las pantallas de cristal líquido (LCD). El objetivo era que trabajara con este material para que funcionase a temperaturas menos elevadas. Para realizar esto, tuvo que inventar un compuesto llamado 5CB, formado por hidrógeno, nitrógeno y carbono. A principios de los años 80, el 90% de las pantallas del mundo poseían LCD, siendo posible encontrarlo hoy en día, en pantallas de calculadoras y relojes digitales. En la actualidad, derivados de 5CB siguen siendo utilizados para crear pantallas de teléfonos, computadoras y televisores.

¡Gracias a la química por todo lo que nos ha dado!

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