El Universo y su origen
Algunos definen al universo como el todo. Un conjunto de materia, energía, espacio, tiempo, leyes físicas por las que se gobierna y de todas aquellas cosas que existen dentro de él. De un tamaño inimaginablemente grande pero no infinito y tiene una edad de aproximadamente 13.7 billones de años desde el momento en el que ocurrió el Big Bang, momento en el que se crea toda la materia y energía conocida en el universo.
Casi inmediatamente después de la explosión inicial, el cosmos se desacelera y nacen las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza que mantienen en equilibrio al Universo (la fuerte, la débil, la electromagnética y la gravitacional). El universo comienza a tomar la forma que conocemos, protones neutrones se juntan para dar forma a los primeros elementos como Hidrógeno y Helio.
A sus 500 mil años de edad, el Universo permanece como una gran «nube de gas» que se expande hasta enfriarse para formar cuerpos celestiales. Cuando llega a un billón de años de edad, la fuerza gravitacional de la materia del universo acerca nubes de gases de elementos primarios. Este gas se vuelve cada vez más denso hasta formar reacciones de fusión nuclear que termina produciendo estrellas y en última instancia galaxias que comprimen otros cuerpos celestiales formados también por la gravedad.
Casi 13.7 millones de años después el universo sigue enfriándose (a una temperatura de 2.7 grados Kelvin) pero continúa expandiéndose. Algunos asumen que lo seguirá haciendo por billones de años más hasta llegar al punto de estabilidad y posteriormente empiece el proceso inverso, la contracción. Podemos imaginarlo como un globo desinflado que luego va inflándose hasta llegar a un límite sin evitar que explote, en el que el escape de aire del globo le regresará a su estado inicial.
¿Cómo saber exactamente si nuestro universo se expande?
Cada galaxia posee algo llamado «corrimiento al rojo» (Red Shift en inglés) y es un fenómeno que se explica mejor cuando se compara con el efecto dopler. Cuando una ambulancia pasa por donde tú estás las ondas de sonido de la sirena se comprimen cuando se acercan y luego se expanden al alejarse de ti, provocando que escuches sonidos agudos al acercarse y otros graves al alejarte. Este fenómeno indica que existe una variación en la frecuencia de las ondas de sonido respectivamente. Lo mismo le pasa a la luz, debido a que las galaxias se alejan de nosotros la luz que emiten aparenta estar experimentando un aumento en la longitud de onda de las mismas, haciendo evidente el corrimiento en rojo del que hablábamos al principio de este párrafo. Mientras más lejos y más rápido estén viajando, el corrimiento al lado rojo del espectro electromagnético se acentuará más.
Una de las evidencias más fuertes en la historia de la ciencia sobre este hecho fue dado a conocer como la Paradoja de Olber. En el año 1823 el astrónomo alemán Heinrich Willhelm Olbers partió de la premisa que vivimos en un universo infinito y estacionario, asumiendo que la luz que emitían los cuerpos celestes sobre nuestra atmósfera eran constantes. Olber dedujo que, debido al cielo nocturno, las estrellas ya se estaban alejando de nosotros. La longitud de onda de las estrellas distantes se estaba haciendo más ancha y debido a eso no existía un bombardeo constante de luz en nuestra atmósfera, dejando en forma muy clara que el universo está expandiéndose a una velocidad proporcional a la distancia. Por lo que mientras más lejos estemos más rápido nos alejaremos de todos los cuerpos celestes del universo.
A pesar de todo esto, no sabemos en qué irá a parar la expansión. El destino de nuestro universo es un absoluto misterio cuyo debate seguirá abierto enriqueciendo las mentes de aquellos que deseen conocer más sobre este tema. Aunque con el paso de la tecnología, quizá pronto sepamos en qué irá a parar todo esto.
Texto redactado por: Aquiles Páez, de Comofuncionaque