Para aprovechar al máximo ese tiempo en que tenemos que ser productivos, lo suyo es que estemos plenamente concentrados en nuestra labor de estudio y de organización y no pensando precisamente en lo que podríamos estar haciendo si no estudiásemos.
Asumido que estudiar es el “mal necesario†y que nosotros no podemos estudiar por ti (aunque lo intentamos, no creas…), vamos a decirte unas cuantas cosas que pueden ayudar a despabilar tu concentración para que pongas todo el foco en tu actividad y de esta forma no malgastes tu precioso tiempo libre.
Motívate
Justo antes de empezar a estudiar haz una pequeí±a reflexión. Piensa en el fin íºltimo de la sesión de estudio. Tu motivación debe ser “querer aprobar el examenâ€, “querer mejorar notaâ€, “querer presentar la monografía a tiempoâ€, “querer resolver las tareasâ€. Piensa incluso en las motivaciones íºltimas: “aprobar el curso para irte de vacaciones”. Reíºne en tu mente todas las aspiraciones que tienes y tus deseos de verlas satisfechas. El haber logrado algo con esfuerzo luego es doblemente sabroso.
Ejercita tu capacidad de recuerdo
Parece mentira que el juego pueda interactuar con el estudio, ¿verdad? Pero puede ser un gran aliado para favorecer tu focalización en lo que debes hacer. Hacer un par de rondas de juego de encontrar parejas en tu smartphone (hay muchas aplicaciones similares para iPhone o Android), o bien esos de encontrar las 7 diferencias entre una imagen y otra. Podría darte la impresión de que estos juegos no llevan a ningíºn lado o que es tiempo perdido, pero estás ejercitando poderosamente tu capacidad de concentrarte sin divagar y además con la presión de un tiempo límite para hacerlo.
Busca la tranquilidad
Es difícil concentrarse si nuestro ánimo está agitado, estamos nerviosos, o algo nos preocupa. Escoge un lugar tranquilo de tu casa. Si el suelo no está demasiado frío, tíºmbate, cierra los ojos y trata de recordar lo que has hecho ayer. No los titulares del día, tipo “ayer salí a jugar a baloncestoâ€, no. Todo lo que hiciste en el día, desde que te levantaste. Con tranquilidad, con paciencia, mientras te relajas. Cada vez que te distraigas (es muy posible que al recordar que mientras jugabas al baloncesto, viste en la cancha a María, la amiga de Laura, que está bien buena, ya que la viste en la discoteca el sábado anterior, esa discoteca donde te lo pasas genial con…) empieza de nuevo. Y si te vuelves a distraer, pues vuelve a empezar. Así hasta que consigas recordar tu día de ayer entero y sin distracciones.
La mente ha de estar descansada
Conectando con lo anterior, a veces no lo notas, pero los nervios y esa sensación de habernos bebido 30 bebidas reconstituyentes de golpe se deben al cansancio. Tienes que estar en plenas condiciones. No puedes enfrentarte a una sesión concentrada, focalizada y íºtil de estudio estando agotado y disperso. Digamos que el tiempo que necesitarás para memorizar en esas condiciones de cansancio podría duplicar o triplicar fácilmente el tiempo que necesitarías estando en condiciones óptimas. Entre dormir y estudiar, dormir, y maí±ana ya será otro día. Buitruco: No abusar de lo que hemos dicho en esta íºltima frase ;-)
Lee todo lo que puedas
Estamos seguros de que después de leer una novela o libro cualquiera que te haya gustado eres capaz de decirle a un amigo con pelos y seí±ales de qué va el libro, su trama, los personajes… y hasta lo que desayunaron ayer por la maí±ana. Leer es una de las actividades que mejor ejercita y estimula nuestra capacidad de concentración. Empieza, como decimos, por libros que te gusten. Irás “fabricando†internamente el hábito de leer, aumentando tu velocidad y comprensión lectoras, que es tanto como decir que tienes la mitad del camino hecho cuando te pongas a estudiar.
Siempre te invitamos a que comentes para dejarnos tu propia técnica de concentración y nos digas qué te ayuda a enfocarte en estudiar sin distracciones. Podrías ayudar a muchos vagos como yo ;-)