Hay un tipo de examen, todos hemos pasado por alguno de esos, en que lo esencial es que te acuerdes de un listado de cosas básicas, que no pueden faltar para que los profes se den por satisfechos y consideren que sabes lo básico sobre un determinado tema como para tener su aprobado… o su mejor nota. Uno de los casos más evidentes que se me ocurren ahora es el de los estudiantes de Farmacia, o Medicina, o Enfermería , que tienen que meterse en el “coco” decenas y hasta cientos de medicamentos y potingues, ¿verdad?
¿Cómo acordarse de todo eso? ¿Y si además se nos exige un orden determinado para ir exponiendo en el examen esos conceptos? Y otro “y si”. ¿Y si es esencial que no se nos olvide ninguno?
Las reglas mnemotécnicas se sitíºan un paso más allá de aquellos 5 consejos para no atascarte con las tareas escolares que te dábamos en este blog hace un tiempo. Los trucos de memorización no son una estrategia, son un salvavidas, no tan deseperado como el recurso a la chuleta pero sí que, por ejemplo para listados de cosas importantes, pueden servir para meterte en la cabeza, e incluso en orden, aquellas palabrejas que no te entraban ni a tiros.
Y como os decíamos, empezando por las historietas, os vamos a dejar tres truquillos mnemotécnicos, para despabilar tu memoria:
Truco del relato… o de la historieta
Si eres de los que te gusta la charla y hablar sin parar, puede ser tu técnica ideal. Consiste en fabricarte un historia o un cuento fantástico con todos los elementos que quieres recordar. No a todo el mundo le resulta fácil, ¡ojo! ¿Sois capaces de jugar con un nií±o pequeí±o y sus muí±ecos sosteniendo la historia imaginaria que ha empezado él y darle réplica? Entonces esto está chupado. Imaginad por ejemplo que cada concepto (los medicamentos, los elementos de la tabla periódica, etc) a recordar es un personaje del cuento. Podéis construir una historia del tipo “Litio y Sodio eran colegas desde los 16 aí±os. Habían estudiado juntos en el colegio Potasio de la gran ciudad de Rubidio. A uno le gustaba la marca de motos Cesio y a otro la de coches Francio…” para recordar el listado de los metales alcalinos.
Las historias o el arte del storytelling, no solo como método educativo, sino como método de aprendizaje.
Truco de la cadena de rarezas
Entonces, inventaríamos algo así de “sinsentido” como: “La pila sabía a sal. La sal sale del plátano. Los plátanos tenían el color del rubí. El rubí pertenecía a un detective francés. ¡Qué difícil es decir en francés César!”
Truco del Google Maps
Esta técnica intenta que memorices un listado de cosas o conceptos asociados a los distintos pasos o lugares de una ruta o recorrido que conozcas perfectamente: puede ser a nivel muy local; por ejemplo las calles por donde pasas habitualmente para ir al instituto o a la facultad; pero nosotros la hemos “agrandado” un poco y lo vamos hacer sobre un pedazo de mapa de Google Maps. En este caso, con nombres de ciudades y poblaciones de la antigua Vía de la Plata que recorría Gijón hasta llegar a Sevilla, que me sabía de memoria desde que era pequeí±o, algo así como un”padrenuestro” geográfico, lo cual garantiza, de alguna manera, que no se me van a olvidar los pueblos. A cada uno de los grandes lugares del trayecto le asocio el nombre de uno de los elementos que he de memorizar: los metales alcalinos. Esto hay que hacerlo mentalmente, claro. Pero lo podéis ver gráficamente en la imagen adjunta.
En todo caso en esto de las reglas mnemotécnicas prima siempre el sentido creativo y esto no se puede generalizar nunca. A unos le funcionará siempre mejor la técnica de los acrósticos (formar una palabra con la letra inicial de cada uno de los elementos del listado) que cualquier que la que hemos expuesto. Pero se trata de abrir la mentalidad a nuevas formas de hacer madurar tu memoria y mantenerla siempre fresca.
Algunos diréis que es más fácil recordar los elementos en sí que los pueblos o ciudades, que la cadena, que la historieta… Puede que sí. Hay gente a la que lo más difícil le entra a la primera, sin trucos. Pero la mente también necesita sus refuerzos y, por supuesto, tiene los mecanismos para reconducir sabiamente las rutas, los cuentos, los eslabones, etc a los conceptos que de verdad necesitas memorizar.
Suerte y ¡a practicar!
Fuente: Empollología para Vagos