5 reglas básicas para potenciar tu productividad
Cada vez tenemos menos tiempo y más cosas que hacer. Eso es un hecho. Partiendo de que no podemos llegar a todo lo que nos proponemos, no queda otra que saber cuáles son nuestras prioridades, centrarnos en ella y luego ir llegando a los recovecos de las tareas más accidentales.
Para ello, te traemos 5 puntos esenciales en los cuales centrar tu foco productivo. Si tapas esas 5 vías de agua, ten seguro que el barco desde el que navegas por tus tareas nunca se irá a pique.
No hacer dos cosas a la vez
La multitarea no existe. Si quieres que la apliquemos a la informática y a los sistemas operativos, totalmente de acuerdo, pero en lo que respecta a tu foco productivo estás reduciendo su eficacia si llevas o gestionas más de una tarea a la vez. Céntrate en realizar una, en darla por terminada y luego pasa a la siguiente. La ganancia de tiempo será muy rentable, te lo aseguro.
Refuerza tu planificación
Uno de esas vías de agua más anchas en nuestro barco de tiempo es el que no apuntamos nada. Vamos divagando de una tarea a otra en el orden aleatorio en que nos lo ofrece nuestro cerebro, y eso, si somos de los afortunados que no olvidan nada. Pero confiar todo a tu cabecita es un poco imprudente.
Ten la agenda a mano. Tu calendario escolar es el referente. Hay eventos marcados de antemano que exigen de ti una preparación para esas fechas. Correcto. Pero apunta también tus tareas diarias y finaliza el día haciendo una evaluación de cómo te está yendo la semana.
¿Y qué tareas apunto? Indudablemente todas. Y luego establece prioridades entre ellas. Tíº eres el capitán del barco de tus tareas y puedes elegir el mejor criterio para lograr su cumplimiento. En todo caso apunta tareas “posibles†no quimeras o cosas que te gustaría hacer pero sabes que no vas a ser capaz. Tan malo es el no apuntar como pasarse apuntando absolutamente todo.
Protege tu tiempo
Esto lo dice mucho nuestro amigo Berto Pena, experto en productividad y tiene más razón que un santo. Berto lo resume con este esquema:
Tener claro qué voy a hacer – cuándo lo voy a hacer – qué no voy a hacer
Si sabes cuáles son tus tareas clave, céntrate en ellas. Fija un tiempo en que deban estar terminadas. Y no caigas en distracciones superfluas que te aparten de tu objetivo.
Cree más y mejor en tu implicación
Porque es la clave de todo… Si tíº estás centrado en dar lo mejor de ti y además crees en tus posibilidades no hay nada ni nadie que te pueda cortar el camino al éxito.
Claro, que para tener más implicación hay que huir de la complicación. Simplifica tu vida al máximo. No nos referimos sólo a los estudios, haciendo a pequeí±os pasos las tareas más grandes (microtareas), sino en tener una actitud minimalista, deseando menos cosas pero mejor hechas, colocando un poco de orden en todo lo que es tu vida. Funciona ;-)
Y ¡ojo! La duda no es una enemiga. No está mal cierta duda metodológica para buscar siempre la mejor manera de hacer las cosas, pero es preciso que tu actitud no sea pasiva y de resignación
Piensa que el riesgo de quedarte como estás es mucho peor. De los baches se sale acelerando un poquito el coche.
Sé proactivo. La proactividad es estar preparado antes de que las cosas sucedan. Anticiparse, buscar retos motivadores por encima de lo que otros te fijen o tíº mismo te fijes. La proactividad es clave para superarte en todo lo que hagas.
Mídete
Es clave que te preguntes cosas. A esos llamamos “medir†tu eficiencia en tus tareas. ¿Estás llegando donde quieres llegar? Los proyectos que son de verdad-de verdad básicos ¿los estás llevando a cabo, o te estás quitando prácticamente a manotazos las cosas inmediatas o urgentes pero no llevas a cabo una labor de fondo provechosa? ¿Consigues impactar en el níºcleo de tu productividad?
Los criterios para medir eso los controlas tíº. Depende de como hayas planteado esas tareas y proyectos. El resultado final debe ser un “vago†más productivo que termina sus tareas a tiempo y consigue tener mucho tiempo libre y feliz.
Los comentarios están cerrados.