Cada vez que empieza un nuevo curso, Rufo, nuestra mascota renace de nuevo y vuelve a salir de sus cascarón. Si te lo has pasado genial en vacaciones, si realmente ha sido tiempo de descanso y disfrute, seguramente habrá algo dentro de ti pidiendo un poco de vuelta a la rutina. El comienzo de curso es el tiempo ideal para ponernos en marcha, retomar eso que llamamos “vida normal†poco a poco y, que si bien lo piensas, es la mejor parte de la vida. Por eso yo nunca tengo depresión postvacacional. Si estás haciendo realmente lo que te gusta en la vida, no hay tristezas de ningíºn tipo, ¿no? El problema es si vas forzado a clase o no estás estudiando lo que te gustaría estudiar. Siempre se está a tiempo de cambiar…
Hay muchas cosas que me atraen del nuevo curso. Ya os dábamos los motivos ilusionantes en este artículo pero las resumo en lo que os decía: me gusta sentirme activo de nuevo tras un largo y aprovechado descanso. Quiero ver de qué soy capaz y empiezo este curso con ganas de superarme. No es charla barata de coaching, no. Sé que el trabajo que tengo que hacer está ahí, quiera o no, y si lo afronto con la mejor disposición posible y con unos criterios de productividad (para ahorrar el mayor tiempo posible y dedicarlo a mis hobbies y aficiones), no dudo de que en junio del aí±o que viene habré concluido con éxito esta misión.
Estos primeros días de clase tienen ese aroma de forro de libros y cuadernos y lápices nuevos, pero también huelen a reto. Vamos por las tiendas buscando mochilas, ropa cómoda, calzado deportivo al mejor precio para hacer una vuelta al cole impecable, pero no nos preocupamos de la motivación. La motivación y las ganas son ese globo que se nos va deshinchando a lo largo del curso, y a los que hay que dedicar su tiempo, haciendo las cosas bien, siendo muy buenos en la organización de las tareas y muy prácticos a la hora de resolverlas, evitando disquisiciones iníºtiles y pensamientos rumiativos, que no conducen a nada y además agotan la mente. Y también hay que dedicarle un tiempo de estrategia, de plan.
Estamos seguros de que en esta primera semana de clase, que lo es para muchos de vosotros, aíºn iréis al aula como knockeados por un duro boxeador, con mucho sueí±o, sin saber de dónde ha venido el golpe, pero tampoco me cabe duda de que calcularéis cuáles son las directrices principales del curso y haréis un breve planning de qué es lo prioritario, lo difícil y cómo vais a repartir el esfuerzo en cada época del aí±o. Si no lo habéis hecho, no es tarde. Nadie fracasó en nada por tener las cosas bien preparadas.
Detecta también la mejor compaí±ía, los buenos amigos y compaí±eros. Huye de cenizos, gafes y gente negativa o derrotista. Busca las buenas vibraciones y comparte las tuyas con los demás.
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