La técnica correcta para posponer tareas
“No dejes para maí±ana lo que puedas hacer hoy” es un refrán que se dice muy fácil pero no es tan fácil llevar a buena práctica.
Cada día de nuestra vida se nos cruzan numerosas, quizás decenas de cosas por hacer. No sé si compartes mi vicio de ir apuntando todo eso que me propongo realizar en un momento del día o quizás más adelante, en la semana, en el mes, en este aí±o, el que viene, cuando me haga mayor, cuando me case, cuando me jubile… Quien más que menos lleva una lista de tareas apuntada en un cuaderno, o bien una aplicación de productividad en su ordenador, en la web, en el móvil.
Lo cierto es que, con total independencia del soporte elegido para apuntar tareas, si no se van realizando, si no se les da cumplimiento, podamos llegar a una acumulación o amontonamiento que nos dé sensación de ahogo y de bloqueo. “Tengo tantas tareas que no sé por cual empezar“, comentamos muchas veces.
En los sistemas de productividad y gestión de tareas como GTD, muchas veces se articula una lista especial o una sub-lista de tareas en las que ir volcando todo aquello que realizaremos en otro momento, “algíºn día“. Todo aquello que no vamos a realizar de manera inmediata, que no nos va a ocupar de forma inminente, sino que anotamos para no olvidarlo porque nos gustaría dedicarle nuestro tiempo y nuestra acción, pero no en el momento presente: “Estudiar chino“, “Visitar a un pariente en Australia“, lo que sea.
Esa lista “algíºn día” os ayuda a desahogar un poco el inbox o carpeta o lista donde anotáis las tareas más inminentes, las acciones que requieren vuestro esfuerzo y atención hoy, maí±ana, un día próximo de esta semana, porque tienen un plazo determinado para ser realizadas o porque “bloquean” la realización de otras futuras tareas también importantes.
Sin embargo, echar alegremente a ese buzón de “algíºn día” cualquier cosa que queramos realizar, cualquier propósito de acción sobre un tema, sin control y sin una buena definición previa de lo que supone esa tarea y cómo concretarla en pasos factibles, puede ser tan improductivo como no anotar nada en absoluto. Mientras que hallas el hueco de tiempo, las ganas de ponerte a ello, miras un poco el tema… la pereza va haciendo su trabajo y dejas la tarea sin tocar, tal y como la anotaste.
Las tareas pospuestas, las que dejamos para “algíºn día”, para otro mejor momento, deben estar bien definidas para que cuando las retomemos sepamos qué quisimos hacer (y cómo hacerlo) cuando las anotamos. Si es posible, elige hasta un momento para hacerlo. Ponle una fecha, aunque no sea cercana, para darle cumplimiento a esa tarea.
Has de decidir también, con resolución y firmeza, cuándo esas tareas que están en tu lista “en otro momento” o “algíºn día“, pasan a formar parte de tu “inbox”, de tus “cosas a realizar ya”. Una revisión rutinaria de la lista te puede ayudar. Crea el hábito de echar un vistazo a tus listas con periodicidad, pero sin que se convierta en otra pesada tarea de tu día día. Haz de la revisión de tareas algo dinámico, fácil, sencillo.
Por cierto, si algíºn día quieres ser sincero y autocrítico para ver si tu propio sistema de gestión de tareas te está funcionando, te aconsejamos esta lectura.
Tal vez este método te suene raro, tal vez lo lleves haciendo mucho tiempo. Ponlo en práctica en tu día a día de la clase, o también en tu gestión de las vacaciones, y nos cuentas ;-)
ahhhhhhhhh pz si yo creo k esta bn vago
amo este sitio me salvo en varias oportunidades genio/a el que allá inventado EL RINCON DEL VAGO.COM.