Un balonazo al corazón ¿te puede matar?
Un golpe en esta zona puede provocar una arritmia letal y muerte súbita sin que haya ningún daño estructural en el pecho
El commotio cordis significa: “conmoción o agitación del corazón“. Según la Asociación Americana del Corazón, es un “evento inusual, pero sigue siendo una causa importante de mortalidad en los deportes juveniles, asó como en muchas otras circunstancias“.
Es la aparición de un conjunto de arritmias que modifican el ritmo cardíaco normal del individuo y que se produce por un golpe en el pecho, en la región del corazón.
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Estas arritmias pueden conllevar la parada cardíaca y la muerte súbita de la persona porque la energía mecánica generada por el golpe altera la estabilidad eléctrica del miocardio.
¿Qué pasa si te golpeas el corazón?
Afortunadamente, en la mayoría de los casos no va a pasar nada. Podemos caernos al suelo, quedarnos un momento sin respiración o algo aturdidos. (golfland.com) Pero para que se produzca el commotio cordis y la muerte súbita, deben confluir una serie de circunstancias difíciles, pero a veces pasa.
Por eso es interesante conocer este fenómeno, porque a pesar de que se presenta con escasa frecuencia dentro de la población, tiene un elevado grado de desenlace fatal, originando casi siempre la muerte de la persona.
Podríamos decir que tienes que estar en el sitio adecuado, en el momento adecuado. Además, el golpe en el pecho tiene que recibirse en la zona en donde está nuestro ventrículo izquierdo, tiene que producirse de forma perpendicular al pecho y en un momento justo.
El momento es una ventana del ciclo cardíaco en el que el corazón se está relajando para generar un nuevo impulso: este periodo supone solo un uno por ciento del ciclo cardíaco y ocupa 20 milisegundos del ciclo.
La velocidad también influye: tiene que ser suficiente para generar un cambio en nuestro ciclo cardíaco, pero no debe ser muy alta para no generar una lesión cardíaca ni daño estructural en el corazón, esternón, costillas, etc. Los estudios hablan de aproximadamente 65 km/h, pero sin superar los 80 porque ahí ya se produce daño directo, y la característica del commotio cordis es que no haya daño estructural.
El tamaño del balón no debe engañar, las pelotas pequeñas pueden acarrear un mayor riesgo de commotio cordis, probablemente debido a que el impacto se concentra en un área de superficie más pequeña.
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Autor: I.S. con información de Muy Interesante
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