¿Las plantas duermen?

El sueño siempre ha sido uno de los grandes misterios de la humanidad, ¿para las plantas será lo mismo?

A lo largo de la historia se han desarrollado diferentes estudios en los que se busca demostrar que las plantas son capaces de muchas cosas, además de los favores al medio ambiente que ya le hacen. También cuentan con un sistema nervioso central como nosotros.





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Las plantas son capaces de analizar con un grado de precisión extremo la información de su entorno y tomar decisiones para responder problemas. También se comunican entre ellas y con los animales, trabajan en red e incluso pueden dormir.

Stefan Mancuso explica con muchos datos toda la información que tenemos sobre las extraordinarias capacidades de las plantas y analiza nuestra relación con estos seres, quienes además, hacen posible nuestra vida en la tierra; su trabajo está expuesto en su libro Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal.

Ya sabemos que las plantas duermen, ahora, al igual que sucede con otras capacidades como la inteligencia, con dormir no nos referimos a que las plantas sueñen como nosotros, sino que durante la noche experimentan un descenso en su actividad metabólica e incluso cambian de posición.

Carl Linneo fue el primer botánico en hablar por primera vez del sueño de las plantas en su tratado publicado en 1755, Somnus plantarum. Linneo clasificó de forma sistemática todas las especies que cambian de posición a lo largo del día. Además, proyectó un jardín-reloj en el que se podía saber la hora por la simple observación del comportamiento de las plantas contenidas en él.

La clave: el azúcar

Un equipo de científicos de la Universidad de Melbourne demostró que la acumulación de azúcares producidos a través de la fotosíntesis ofrece a la planta mucha información sobre la cantidad de azúcar generada por la mañana y envía señales al reloj circadiano para ajustar su ritmo.

En este nuevo trabajo, en colaboración con investigadores de la Universidad de York, los mismos autores describen otra nueva vía por la que el metabolismo regula el ritmo circadiano: las especies reactivas al oxígeno, moléculas que se forman como resultado de procesos como la generación de energía y que habitualmente son dañinas.

Los investigadores descubrieron que el subproducto conocido como anión superóxido, aumenta conforme se elevan los niveles de azúcar en la planta y en la noche actúa para ajustar el ciclo circadiano. Esta señal metabólica rítmica es capaz de cambiar la expresión de genes que regulan funciones tan importantes como el crecimiento, transporte de nutrientes y el metabolismo energético.

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Autor: I.S.

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