Pastillas de ‘popó’ podrían curar enfermedades intestinales

Este nuevo tratamiento propone una posible cura para enfermedades intestinales

El pasado mes de enero se publicó un estudio de fase 3 en una prestigiosa revista científica, New England Journal of Medicine, en donde se probaba un tratamiento mejorado para pacientes con infecciones intestinales recurrentes. El ensayo clínico se centraba en pacientes que sufrían infecciones causadas por una bacteria concreta, Clostridioides difficile.





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Estos pacientes sufren infecciones recurrentes cada cierto tiempo y supone un deterioro muy acentuado en la calidad de vida, pudiendo causar daños muy graves en el organismo.

La influencia de la microbiora

La microbiota se puede definir como el conjunto de microoganismos que conviven en un mismo hábitat, desde bacterias hasta algas. Sin embargo, cuando hablamos específicamente de nuestra microbiota, nos solemos referir a cientos de diferentes tipos de bacterias y virus que van con nosotros a todas partes.

Podemos encontrar poblaciones de microorganismos en nuestro interior, como en el intestino, y también sobre nuestra piel. Lo que hacen estos microorganismos es que, dependiendo de su tipo, pueden pausar completamente desapercibido, dotarnos de alguna ventaja o resultar dañinos para nosotros. Estos tres tipos de relaciones se conocer como comensalismo, mutualismo o parasitismo, A veces, si dos especies salen beneficiadas de una convivencia también se les conoce como especies simbiontes.

El estudio de la microbiota humana y su red de comunicación con nuestro organismo es un campo de estudio relativamente reciente. La iniciativa Human Microbiome Project (Proyecto de la Microbiota Humana) lanzada en 2007 tenía como objetivo identificar y caracterizar la microbiota humana no sólo en enfermedades sino también en individuos sanos.

De esta iniciativa han surgido muchos estudios que se centran en un tipo de enfermedad o un microorganismo en concreto. Hoy en día, las evidencias apuntan a que tenemos el mismo número de células propias de estos microorganismos.

En los últimos años se ha ido descifrando cómo la microbiota intestinal puede llegar a tener un efecto tan determinante en varias enfermedades. Aunque esta relación también se ha encontrado en enfermedades metabólicas y neurológicas, las que más atención han tenido son aquellas enfermedades que tienen como principal órgano afectado el intestino.

A pesar de que todavía se desconocen muchos elementos de la estrecha comunicación que se da lugar entre miles de microbios y nuestras propias células, resulta evidente que un desajuste en este equilibrio puede tener graves consecuencias.

Con estas evidencias, se han realizado exitosamente trasplantes fecales de donantes sanos a pacientes que sufrían diferentes enfermedades intestinales. En la mayoría de los casos se han observado resultados beneficiosos pero limitados, aunque también se han dado resultados nefastos que han culminado en el fallecimiento del paciente.

Una posible explicación de este efecto, según los expertos, reside en que en el trasplante fecal no es posible mantener unos controles estrictos del contenido trasplantado, suponiendo un riesgo para la persona que recibe el trasplante.

Una nueva propuesta de una práctica conocida

Por el motivo anterior, surgió la idea de diseñar unas pastillas de popó que pudieran pasar unos controles de producción y asegurar que únicamente contenían los elementos beneficiosos para el receptor.

El proceso consistió en elegir cuatro donantes sanos, de los cuales fueron obtenidas sus heces y aislaron un tipo concreto de bacteria: Firmicutes.

Después, los investigadores se quedaron únicamente con las esporas de estas bacterias. Estas esporas serían una forma inerte de la bacteria, y por ese motivo resultan más fáciles de aislar y preservar en forma de pastillas.

El estudio se realizó en 182 pacientes con infecciones recurrentes, de los cuales sólo la mitad recibieron esta pastilla en combinación con el tratamiento estándar de antibióticos. El objetivo era comprobar si el efecto de la pastilla de popó suponía un beneficio adicional comparado con la otra mitad de los pacientes que sólo recibieron los antibióticos.

Todos los pacientes tuvieron un seguimiento de ocho semanas tras el inicio del tratamiento y aquellos que recibieron la pastilla de popó tuvieron una menor tasa de reinfección que los que recibieron el tratamiento estándar de antibióticos.

La menor tasa de reinfección también se confirmó con diferentes parámetros que sirven para determinar la germinación bacteriana.

A pesar de que este estudio tiene algunas limitaciones de representación poblacional y el seguimiento de los pacientes es corto, presenta una interesante alternativa al tratamiento de enfermedades intestinales. Además, este estudio delimita los factores beneficiosos del trasplante fecal a un único tipo de bacterias, las Firmicutes.

Aunque dentro de este grupo, existen bacterias muy diferentes, quizás en el futuro se podría reducir incluso aún más y así optimizar este tipo de tratamiento.

Sería de especial interés para desarrollar una pastilla efectiva que se pueda estandarizar y quizás implementar como tratamiento adicional para diferentes enfermedades intestinales en donde la microbiota juega un papel importante.

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Autor: I.S. con información de Muy Interesante

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