Storytelling, el arte de contar historias aplicado a la educación





“Y cuando esto ocurra y cuando permitamos que la libertad suene, cuando la dejemos sonar desde cada pueblo y cada aldea, desde cada estado y cada ciudad, podremos acelerar la llegada de aquel dí­a en el que todos los hijos de Dios, hombres blancos y hombres negros, judí­os y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de juntar las manos y cantar con las palabras del viejo espiritual negro: “ ¡Al fin libres! ¡Al fin libres! ¡Gracias a Dios Todopoderoso, somos al fin libres!”

Así­ terminaba el discurso de lucha por la libertad y los derechos humanos más seductor de la historia. Gracias a este alegato, conocido como “Tengo un sueí±o”, Martin Luther King  es hoy en dí­a uno de los storytellers más destacados de la historia de la humanidad. El autor fascinó a todo su píºblico por medio de un relato impactante donde lo importante no era la veracidad de la historia, sino cómo habí­a sido narrada y transmitida.

¿Por qué nos gustan unas ideas y otras no nos acaban de convencer? ¿Por qué recordamos determinadas marcas y otras las olvidamos? ¿De qué manera logran cautivarnos los polí­ticos? Siempre se han contado cuentos e historias a los nií±os, pero, hoy en dí­a, las fábulas también están destinadas a los adultos. En la actualidad, los dirigentes cuentan historias a sus empleados o electores para guiar sus conductas y emociones. Este nuevo arte de narrar con el fin de controlar opiniones es conocido como Storytelling.

El Storytelling invade nuestras vidas, es la forma natural que tenemos las personas de entender nuestro mundo y las cosas que nos rodean, es aquello que nos emociona y nos conecta con otros seres humanos. Por eso, una herramienta tan fuerte en manos de gente poderosa puede convertirse en un arma de manipulación masiva. Muchas campaí±as electorales victoriosas, como las de Bush o Sarkozy, y operaciones militares, como la de Irak, han utilizado técnicas del Storytelling creando un espectáculo narrativo conmovedor para manipular las mentes y ganar unos cuantos votos antes de las elecciones.

Ya no compramos productos, sino los mitos e historias que estas marcas representan, la industria del cine busca maestros del guión para que sus relatos nos impresionen, y la mayorí­a de las empresas ya utilizan el Storytelling como instrumento de motivación y liderazgo. Y digo yo, si el Storytelling es un instrumento tan poderoso, en vez de utilizarlo para el engaí±o y la mentira ¿por qué no emplearlo para una mejor comunicación educativa?

Los grandes relatos de la humanidad contaban mitos universales y transmití­an lecciones de generación en generación. La necesidad de contar y escuchar historias es esencial, ya decí­a un dicho africano que Dios inventó al hombre para escucharle contar historias, y poca razón le faltaba, pero para que esa historia sea efectiva, debe ser realista y adecuarse al destinatario, debe ser creí­ble y conectar emocionalmente con el espectador.

El Storytelling facilitarí­a la puesta en práctica de conocimientos aprendidos, consiguiento así­ mejorar nuestra memoria.  Contar una historia y escuchar una historia bien contada anima a los estudiantes a usar su imaginación, aumenta su creatividad, incrementa su vocabulario y mejora su comprensión y expresión. ¿Cuantas veces hemos llorado con una historia bonita? ¿No es verdad que un buen ejemplo realista hace estimular nuestra curiosidad y nos anima a resolver conflictos personales?

Aquello que nos resulta atractivo solemos recordarlo más fácilmente. Seguramente muchas veces una clase te ha resultado aburrida debido al método de explicación que sigue tu profesor, pues bien, con Storytelling eso puede cambiar. Es una nueva forma de entender y conocer el mundo, es el mejor mecanismo para la tranmisión de valores y conocimiento. Hace de una materia aburrida un relato interesante y cautivador donde no sólo el profesor es partí­cipe, sino que vosotros también sois protagonistas de esa historia.

Si esta forma de narrar se incluyese más habitualmente dentro del mundo educativo, los alumnos desarrollarian más creativamente su imaginación, llegando a crear la autoconfianza en uno mismo y la motivación personal. De esta forma todos nos sentirí­amos capacitados para conseguir todas aquellas metas que nos propusiésemos y podrí­amos alcanzar sueí±os que antes veí­amos como imposibles.

Autor: Andrea Dí­ez

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