La fórmula de la productividad para estudiantes

Nosotros no somos muy buenos en matemáticas pero hay una cosa que sí­ tenemos clara. Para sacar los estudios a flote y tener tiempo para gozar de todo lo que nos gusta hacer en la vida, es decir, para compaginar ambas cosas sin que alguna de las dos partes se resienta, hay que ser muy productivo, hacer las cosas con eficacia en el menor tiempo posible.

Pues bien, amigos, la productividad tiene una fórmula muy sencilla:

Productividad = producción obtenida / tiempo y esfuerzo

Visto como tal división, para asegurarnos de tener el cociente más alto, siendo lo más productivos posibles en nuestros estudios, lo ideal es aumentar progresivamente el rendimiento (dividendo) disminuyendo paulatinamente el tiempo de estudio y esfuerzo (divisor). Pasar de estudiar y sabernos 4 folios en dos horas, a estudiar 6 en una hora e ir mejorando nuestra “marca personal“. O también ir disminuyendo los plazos de tiempo en que entregamos al profesor un trabajo porque leemos de forma más eficiente y resumimos cada vez mejor y en menos tiempo. Los casos son muchos. Ponte en el tuyo.

Así­ que nos estábamos preguntando qué podemos hacer para que nuestro estudio sea más denso, más eficiente y nos deje más tiempo libre para jugar, estar con los amigos, dar un paseo, hacer deporte y disfrutar de la vida, o incluso que haciendo lo que más nos gusta recordemos lo que hemos estudiado… Serí­a la caí±a. Irí­as al examen como un campeón.

Y investigando por aquí­ y por allá hemos visto que hay una parte de la neurociencia que se está enfocando en el plano de la educación y haciendo estudios de mucho valor con conclusiones interesantes. Dolores Reig, experta en psicologí­a del aprendizaje y también en redes sociales nos las acerca un poco más. Muchas de estas tesis o conclusiones os las venimos ofreciendo durante meses en nuestros artí­culos sobre técnicas de estudio y productividad para estudiantes, en este blog, pero creo que, dada su importancia nunca viene mal repasarlas.

Desconecta sabiamente de tus apuntes

En la primera lectura de los apuntes, la más importante, introduce pausas de unos 10 minutos. Está demostrado que ayudan enormemente a reforzar el recuerdo que se tiene de la “historia” que has leí­do. En esas pausas, lo mejor que puedes hacer, es intentar comprender lo que has leí­do, créeme.

Intenta estudiar en tus horas felices

Sí­, sabemos que estudiar nunca es un momento feliz. Los adolescentes, los estudiantes jóvenes necesitan dormir más que otros grupos de edad. Como por ahora los colegios y los institutos no cambian sus horarios y abren una horita más tarde, nos toca a nosotros establecer ese horario de buen sueí±o en nuestra casa. Intenta dormir entre 7 y 8 horas. Afrontar descansado, con buen humor y atención mejorada, la clase o el estudio que tengas que hacer es clave para el éxito de la tarea. Busca la franja del dí­a donde te sientas mejor estudiando, donde no se haga tan cuesta arriba.

Lee constantemente

Conviene saber que esto de aprender es un proceso que durará toda la vida; aunque se acaben las etapas educativas que atravesemos, el aprendizaje seguirá. Hemos de desafiarnos intelectualmente constantemente, continuamente, para que nuestras neuronas no se “oxiden”. Y os recordamos que la lectura es actividad primaria en esa labor de refuerzo intelectual. Quien lee mucho aprende mejor. Aunque sean novelas de detectives, folletines de amorí­os románticos o artí­culos sobre coches o deportes, lee.

Arrí­mate a otros buenos estudiantes

El aprendizaje también es social. Estar en grupos de buenos estudiantes y compartir experiencias inevitablemente te lleva a mejorar las pautas del estudio y a intentar dar lo mejor que hay en ti, que lo tienes, ¡seguro! Si no supone fuente de distracción, es bueno reunirse con otros compaí±eros para estudiar, intercambiar apuntes, comentar ideas, hacer trabajos grupales, etc.

Juega a estudiar

O estudia jugando. Estudiar siempre nos parecerá aburrido, como cualquier otra actividad que exija de un esfuerzo intelectual, si no hay juego, ese estí­mulo de ganar algo a cambio de lo dado o mayor que lo dado. Se puede “gamificar” el estudio. Introduce alicientes, pequeí±os premios que te regalarás si consigues un reto de productividad en tus estudios. Hasta el dí­a que podamos aprender utilizando videojuegos, posibilidad hoy tan alejada de la realidad de las aulas, no queda otra que seas tíº mismo el artí­fice de tu propia aventura como estudiante, con tus batallas ganadas y tus estruendosas derrotas.

Prueba cosas nuevas

Hay una enorme variedad de caminos para educar a tus neuronas a la retención de información y a mejorar los tiempos de aprendizaje. El mejor método para estudiar es el que le vaya bien “a cada uno”. Si encuentras un método que te va bien, sigue con él, mejóralo con creatividad y ponlo a rendir para conseguir resultados óptimos. Sé proactivo a la hora de buscar nuevas soluciones de estudio, ambientes, trucos.

Por míºltiples ví­as, la gente corriente puede conseguir cosas extraordinarias y, en los estudios, más aíºn. No lo olvides ;)

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