Investiga las causas de tu fracaso para triunfar en los estudios

Hay gente que se declara directamente incapaz de estudiar. Los exámenes no están hechos para ellos y se agotan en cuanto se ponen delante de un libro o contemplan la pila de apuntes que hay en el escritorio como una tortura a la que enfrentarse porque no quedan más cáscaras si se quiere superar el trámite de los exámenes.





Lo que a nosotros nos preocupa más es que una predisposición negativa al estudio genere luego desilusión y fracaso escolar, derrota en los exámenes y todo lo que esto conlleva, que en definitiva es que no seas feliz y que tengas muy poco tiempo libre. Por ello te proponemos que investigues tus debilidades como estudiante para que encuentres el problema de tu efectividad, lo soluciones y puedas disfrutar del aprendizaje y, claro, también de toda tu vida.

Vamos a analizar alguna de esas causas y proponerte soluciones de urgencia. Habrá que profundizar en ellas en futuras ocasiones: tómalo como “terapia para vagos” :)

Los imprevistos te matan  

Quieres ponerte a estudiar pero seguramente no hayas calendarizado la gestión de tus tareas y parezca que cada una de ellas te abruma con una angustiosa alarma y su sofocante urgencia. No la has visto venir porque no la has anotado en tu calendario de estudios y no la has tratado con la antelación oportuna. Hoy en dí­a hay muchas formas de llevar un pequeí±o calendario donde dosificar tus citas, tus quehaceres, tus notas de cosas que no se te pueden pasar. En tu iPhone, iPad o cualquier tablet, en cualquier dispositivo móvil, en una libreta tipo agenda puedes ir tomando nota de cada evento con tiempo suficiente para que no te sorprenda. Hay que reducir el níºmero de imprevistos en tu dí­a a dí­a si quieres sentar las bases para unas sesiones de estudio tranquilas y fructí­feras.

Estudias a trompicones

No consigues enlazar tiempos de más de diez minutos sin interrumpir los estudios. Es fundamental que evites las distracciones. Debes hacerte un planning de tu trabajo diario y dosificar tanto las energí­as como puedas. No se trata de empezar a toda mecha y luego ir perdiendo el fuelle con las horas. Realiza pausas frecuentes, evita las distracciones situándote en momentos del dí­a donde sepas que no vas a ser molestado o solo lo vas a ser en lo imprescindible. Muy importante:  date premios al acabar tareas, para reforzar tu psicologí­a y la confianza de que la próxima sesión de estudios también la vas a terminar con éxito. Estimíºlate a ti mismo, crea retos para tareas más aburridas (el más rápido en… , cuántos tests puedo hacer en media hora…). No dejes de averiguar tu ritmo y tu biorritmo, es decir, identifica a qué horas del dí­a tu concentración en las tareas es más ní­tida y aprovecha esos perí­odos para avanzar con soltura, sin parones y si, la cosa va muy bien, hasta disfrutando. En fin, que las ganas de estudiar también se pueden entrenar.

Gestión del tiempo libre

Es un error enorme no desconectar del todo de tus tareas o seguir pensando en ellas mientras estás en tu tiempo de ocio. Eso acabará quemándote. La desconexión debe ser total, auténtica, sin estar machacando cosas que has empollado. ¿Cómo si no vas a acumular ganas para estudiar una nueva jornada? Igualmente, tus tiempos de relax no deben ser tan salvajes que pierdas el hilo de todo lo hecho hasta ahora o, peor, que pierdas el hábito de estudiar. Modera las pausas, respeta los descansos, pero no pretendas hacer distribuciones del tipo “estudios 1 dí­a – descanso 6 dí­as“, porque entonces el dí­a de estudios va a ser un auténtico suplicio.

Se podrí­a jugar a Tetris con tus montones de apuntes

Sin un mí­nimo de orden en el material que utilizas para estudiar todo te parecerá gigantesco y cualquier mí­nima tarea inabordable. No hombre, no. Hay formas muy prácticas y sencillas de organizarte. Orienta tu escritorio hacia el minimalismo y despeja de él todo lo que no vayas a necesitar. Por otra parte Evernote te podrí­a venir muy bien para ordenar todos tus documentos si ya los tienes digitalizados: ahorrarás espacio y los podrás consultar siempre que quieras desde míºltiples dispositivos… con el extra de que todo estará organizado por libretas, pilas y etiquetas, con lo que recuperar en segundo la información que necesites será cuestión de dicho y hecho. Puedes guardar igualmente toda tu colección de apuntes y trabajos en un disco duro virtual como Dropbox y llevarla a cualquier lado sin que te pese debajo del brazo.

Te sientes desmotivado

No todas las causas de fracaso se van a deber a ti o a tu desorganización. El sistema escolar no está estructurado de forma conveniente para que estudiar sea divertido. Las experiencias con videojuegos demuestran que los conocimientos y las habilidades se adhieren mejor mientras ese componente de diversión esté vivamente presente en el aprendizaje. Mientras la cosa no cambie debes fortalecer tu personalidad para luchar contra las sombras del aburrimiento en las aulas. Tómalo como un juego, sé positivo y exprime el jugo que puedas de cada clase. ¿Sabes que estar atento en clase puede aliviarte luego en el trance de estudiar los apuntes?

Quiero quiero pero no puedo

Si la voluntad de estudiar está en los niveles más altos, pero tu cabeza no acompaí±a al ánimo, puede que se deba a alguno de los trastornos del aprendizaje. Hay mucha gente que no sabe que se tiene uno de estos trastornos: déficit de atención, dislexia, etc. Es conveniente que un especialista en psicologí­a educativa evalíºe el caso y proponga las muchas soluciones que hay a estos problemas para que no condicionen la vida estudiantil.

Lo que estudio no me gusta

En todas las carreras elegidas por vocación siempre hay una asignatura, un par o más que se nos atragantan. ¡Qué le vamos a hacer! Es más preocupante cuando has iniciado unos estudios que a ciencia cierta ni van contigo ni te llenan profesionalmente, de esos que al llegar junio del primer aí±o te estás preguntado “ ¿qué diantres estoy haciendo yo aquí­?“. A lo peor esos estudios que no te gustan te colocan en una profesión que no te gustan y que sigues ejerciendo durante el resto de tu vida, completamente amargado…. Es muy importante que antes de tomar la decisión sobre qué estudios vas a hacer consultes a un orientador pedagógico o revises los programas de estudios de las diversas especialidades.

Tu situación social o económica es desfavorable

La vida no nos pone de partida a todos en el mismo sitio. Esto lo aprendemos a las menores de cambio. Habrá gente que tenga el camino en sus estudios mucho más alisado que tíº, o gente que no tenga que hacer todos los sacrificios que tíº haces para asistir cada dí­a a clase, desplazándote a otra ciudad, compaginando los libros con trabajos precarios, con la lucha por la subsistencia… Esto no deja de ser una oportunidad para que te crezcas ante la adversidad y veas los estudios como una oportunidad para mejorar tus condiciones de vida y llegar todo lo lejos que te propongas. Asume lo que tienes y dónde estás, ten confianza en ti mismo y  considérate digno de aspirar a todo.

¿Has identificado tus debilidades a la hora de estudiar?

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2 Comentarios

  1. Roxanagenes dice

    me gusto, es practico para quienes empiezan a tener responsabilidad como estudiante.

  2. Raquel Villalobos dice

    Este artículo está muy bien, me han gustado las claves para que cada uno pueda analizar sus fallos y mejorarlos.

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