Una dosis de riesgo para mejorar tu vida como estudiante
Necesitamos seguridad. Todos nos sentimos seguros utilizando los métodos rutinarios que nos han funcionado otras veces. También a la hora de estudiar: tendemos a crear hábitos y luego a consolidarlos si nos dan resultado: estudiar a las mismas horas, ayudarnos del repaso en los exámenes, subrayar con un determinado color los apuntes que no entendemos, etc.
Pero sin riesgo no hay gloria. Si nos conformamos con lo de siempre, nos quedaremos como siempre, no avanzaremos, no conquistaremos más metas, quizá no demos todo lo que somos capaces de dar y de rendir. ¿Crees que lo importante son las notas? Pues te queda mucho camino por aprender…
Hoy venimos a contarte que seas creativo y que seas valiente. Sigue encontrando tu camino propio en este arte que es estudiar. Sí. Te entiendo. Has encontrado tus técnicas de estudio ideales, tu horario, tu organizador de tareas insustituible, te va bien así. Pero ¿has probado otra cosa?, ¿le has dado tu toque personal al método con el que estudias?
No lo tienes muy complicado si ya otras cosas te han funcionado. Crea tu propio método, tu propia manera de hacer las cosas, a partir de técnicas y hábitos con los que previamente hayas tenido éxito y ve variando pequeí±os puntos. Mide las consecuencias. ¿Has ido a peor? Vuelve atrás. ¿Has mejorado? Consolida y vuelve a hacer cambios.
Con el cambio se crea en ti la tendencia de la adaptación. Con la adaptación serás capaz de vivir y estudiar en cualquier circunstancia hostil: en un habitación que no es la tuya, en lugares con más ruido, ante un examen con muy poco tiempo de preparación, alejado de la comodidad que tanto practicas y a la que te aferras como a una tabla de salvación del suspenso.
Despierta y vibra. Expon tu método, tu método personal de estudio a las inclemencias del día a día. Si surgen el desgano, la apatía, la desidia, déjalo y prueba otra cosa. Prueba, prueba cosas nuevas, técnicas nuevas, organiza de otra forma, como si no hubiera maí±ana, hasta encontrar lo óptimo y más allá. Pero no te estanques en tu propio éxito y prepárate para sufrir los reveses que seguramente sufrirás.
Dice Coelho: “El barco está más seguro cuando está en el puerto; pero no es para eso que se construyeron los barcos” Saca el tuyo a flote. Deja que te golpeen las olas. Sé el capitán de tu vida, amigo estudiante. Y disfruta mucho del viaje.
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