El antídoto contra el fracaso escolar está en ti

Recientemente nuestros cientí­ficos vagos han descubierto que el fracaso escolar surge cuando segregamos de forma deficiente una hormona llamada “fuerza de voluntad”. El fracaso escolar es el peor enemigo del estudiante vago.   Todo el curso tirado por la borda sin haber disfrutado de tiempo libre porque hemos estado estudiando sin resultado y, además, con el marrón encima de repetir el curso o de acumular asignaturas hasta que la montaí±a nos parezca inabordable…

¡Eso en El Rincón del Vago no lo vamos a consentir! Nuestro objetivo imperturbable es que seas un estudiante, no sabemos si brillante, pero sí­ eficiente: que emplee el menor tiempo posible en estudiar y que ese estudio sea provechoso, sea válido, valga para aprobar y para saber los contenidos.

Debe ser frustrante el querer y querer estudiar pero no poder, como un mal sueí±o del que es imposible salir. Y muchas veces es difí­cil detectar si el fracaso escolar es debido a algíºn problema fí­sico, a causas ambientales, o a circunstancias de tipo psicológico. Por ello, no te prometemos que con nuestros consejos estudiar vaya a ser un camino de rosas o un cuento de hadas lleno de arcoí­ris, pero sí­ que vamos a intentar abrir varias ví­as para que fomentes tu propio antí­doto contra el fracaso escolar, liberando mucha fuerza de voluntad y creatividad de la buena, todo ello sin perjuicio de la correspondiente ayuda profesional si la situación personal lo mereciese.

Vamos a ello.

Borra el pasado de tu mente

Con cada nuevo dí­a se renace y uno deja el pasado atrás. Muchas civilizaciones antiguas pensaban así­ y para ti, que quieres salir de esa situación de fracaso en los estudios, este pensamiento debe ser una verdad empí­rica. De nada vale martirizarse con lo ocurrido tiempo atrás y sólo importa tu verdadera voluntad de salir adelante y superar la situación de atasco o bloqueo. Toca ser como el ave fénix y renacer de nuestras cenizas. Cambiar el chip está en ti y estamos seguros de que puedes hacerlo.

Fí­jate metas cortas

Hasta los motores de coche y moto más rápidos necesitan cierto tiempo para pasar de 0 a 100 km/h. Si has decidido “renacer” y procurar que tu suerte en los estudios cambie, no pases de un extremo a otro y ahora intentes memorizar 300 folios en un dí­a. Raciona el esfuerzo. Tus objetivos deben plasmarse en un calendario donde midas muy bien dónde están las épocas de más relax y los dí­as que exigen mayor rendimiento. Tu ascenso por la escalera del estudio debe ser gradual y, como si fueras un ancianito, haciendo paradas frecuentes en los descansillos del fin de semana.

Vete a la cama con la sensación de haber progresado un paso más

Si no dejas que el pasado chungo te atormente y además planificas   tu estudio un poco más, otro paso puede ser el de “a la cama no te irás sin haber aprendido una cosa más”. A mí­ me gustaba superarme en la asignatura de Francés aprendiendo cada dí­a una palabra o expresión del diccionario galo y su traducción al espaí±ol. Tíº puedes hacer lo mismo con el inglés, o la tabla periódica: cada dí­a un vocablo nuevo, un elemento nuevo. También sirve con habilidades de cualquier tipo: llegar a las 25 flexiones para la clase de Educación Fí­sica, saber resolver una ecuación de segundo grado sin ayuda, etc, etc. Pequeí±os pasos, retos diminutos pero que poco a poco, con la constancia con la que pasan los dí­as, van surtiendo su efecto, reforzando nuestra voluntad y nuestra confianza en nosotros mismos. Nota: si eres muy vago y te gustan los móviles, hay una app para Android que se llama Everyday Words que te va proponiendo que aprendas una palabra en inglés cada dí­a. Por ejemplo…

Las notas no lo son todo

Si todo tu propósito de cambio se centra en la mejora de las notas exclusivamente, poco lejos vamos a llegar. Vas a tener que preguntarte qué es lo que te motiva en la vida realmente, para sacar afuera lo mejor que hay en ti, tu esfuerzo más noble. Pregíºntate la razón íºltima de todo lo que haces, el verdadero objetivo: acabar la Secundaria bien para lograr una buena Universidad y después de la Universidad lograr el tí­tulo de médico porque a mí­ lo que me apasiona es la medicina y curar a la gente. Busca aquello que te automotive y tenlo siempre muy presente. Yo siempre lo tengo puesto en la cabecera de mi lista de tareas: ¡Ayudar a los vagos en apuros! ¿Cuál es tu meta?

La memoria no es infalible

Una de las manifestaciones más extraí±as del fracaso escolar se da en aquellos alumnos que se saben todo el temario de memoria pero no han entendido ni una sola palabra de lo que han estudiado. Tiene mucho más valor que estudies con pensamiento crí­tico y razonando las cosas, como nos dice el profe del blog Nomelocreo, que nos dice que la duda y la pregunta es el camino de la sabidurí­a de la buena.   A sí­ que ya sabes, eso de “como no tengo ni idea, me lo aprendo de memoria” que sea cosa del pasado.

Lee

Así­ de simple. Lee, pero con gusto, disfrutando. Empieza por cosas que te apasionen y luego no le hagas ascos a ningíºn libro que caiga . Hace nada me han hablado de un chico de 14 aí±os que en lo que va de aí±o ¡ya ha leí­do 65 libros!. Cuando era más pequeí±o sus padres le iban proporcionando más libros a medida que los “devoraba”. Mantiene diálogos literarios de altura con sus profesores y éstos le suministran más tí­tulos al ritmo que observan que sus notas no son las que podrí­a tener un superdotado pero sí­ las de alguien con habilidades superiores para la comprensión de conocimientos.

Está demostrado que la lectura permite niveles de concentración y focalización cada vez mayores y reduce la dispersión de la actividad mental. Justo lo que necesitamos a veces: que no se nos vaya el santo al cielo cuando estamos estudiando algo y empezamos a divagar con un montón de cosas que nos distraen.

Aunque nosotros te proporcionemos resíºmenes, recesiones y monografí­as, te pedimos que leas, que leas siempre porque supone abrir el abanico de tus muchas capacidades intelectuales y tu comprensión de todas las cosas, además de los indudables avances en expresión oral que vas a notar.

Pide ayuda

Cuando tu actitud es positiva, planificas, lees y además pones empeí±o en mejorar cada dí­a, pero no obtienes resultados, te recomendamos que no te abandones a tu soledad y le expliques tu problema a alguien. La ayuda de un profesional de la Pedagogí­a o de la Psicologí­a puede ayudarte mucho a reforzar tu confianza para que afrontes los estudios con solvencia. Muchas veces, también la ayuda de tus compaí±eros será esencial. Estoy seguro de que tienes dos o tres colegas que no van a dudar ni un segundo en darte el empujón (bueno) que necesitas. Tíº lo harí­as por ellos ;-)