5 habilidades necesarias para tener competitividad en 2023
El mercado laboral es más competitivo que nunca, por lo que las empresas necesitan a
profesionales flexibles, competitivos y dinámicos que puedan ofrecer un buen valor a sus
proyectos. Esto incluye dominar toda una serie de habilidades, que pasan desde el uso de
diversas herramientas digitales hasta la proyección de una actitud siempre positiva.
Si quieres triunfar en el mercado laboral, estas son algunas de las habilidades básicas a las que las compañías dan una especial importancia en 2023.
Dominio de varios idiomas
Si no eres capaz de comunicarte en otros idiomas –o, al menos, en inglés–, tu mercado laboral se reduce al de España y algunos países latinoamericanos. Y no solo eso. Muchas empresas no te tendrán en consideración porque sus respectivos mercados y redes profesionales abarcan países donde se hablan otros idiomas diferentes.
Aunque algunas empresas y puestos de trabajo pueden necesitar contratar a alguien que
simplemente hable español, estos puestos son cada vez menores y están peor remunerados. El idioma universal del mercado laboral es el inglés desde hace bastantes años, aunque también te resultará útil hablar chino, japonés, árabe, alemán o, en menor medida, francés.
Control de la privacidad
Durante los primeros años de las redes sociales, parecía que tener muchos seguidores en
Twitter y una gran presencia en Facebook podría abrirte muchas puertas en el mundo laboral. En la práctica, sin embargo, las redes sociales han demostrado ser una herramienta de filtrado negativa, en lugar de positiva. Compartir en exceso tus ideas puede hacer que muchas empresas te descarten para protegerse frente a los movimientos de la ‘cancel culture’.
Por eso deberías tener la habilidad de reducir tu exposición a estas redes, manteniendo tu vida personal y tus ideas en privado, y asegurándote de que nadie te pueda colgar una etiqueta que preocupe a las empresas. Cerrar tus cuentas en Facebook o Instagram, usar una VPN en España para proteger tus datos de navegación, y mantener tus tweets protegidos bajo candado, son medidas que puedes adoptar para mejorar tu privacidad digital.
Gestión multitarea
Si no tienes un escritorio con dos o tres monitores y trabajas a diario con múltiples ventanas y pestañas abiertas de forma simultánea, te costará seguir el ritmo en una gran cantidad de empresas cada vez mayor. Aunque algunos puestos de trabajo están más especializados, en muchos otros casos tendrás que estar pendiente de múltiples ventanas al mismo tiempo. Y, si no tienes costumbre de hacerlo, tu productividad puede verse muy mermada.
Ten presente que, normalmente, deberás acostumbrarte a consultar Microsoft Teams, el
correo electrónico, Google, ChatGPT, Trello, y otras muchas plataformas de forma casi
simultánea. Tu empresa percibirá si esto te estresa o te agobia, y puede que deje de contar
contigo para los roles de mayor responsabilidad… o que te deje marchar definitivamente.
Flexibilidad digital
Muy relacionada con el apartado anterior encontramos la flexibilidad digital. Las herramientas online están cambiando continuamente, y estas novedades son parte esencial del trabajo en casi cualquier empresa. No puedes tardar varios meses en familiarizarte con una nueva interfaz y rezar para que no vuelvan a cambiarla, porque va a seguir evolucionando de forma continua, te guste o no. Tus opciones pasan por adaptarse o buscar otro empleo.
Esta flexibilidad también implica la adaptabilidad a nuevas plataformas. Tu empresa puede
decidir abandonar una plataforma digital y empezar a trabajar con otra que le ofrezca mejores precios o mejores servicios. Es más: si realmente quieres destacar, sería genial si tuvieras la capacidad de localizar problemas en las plataformas que usa tu empresa actualmente, y proponer soluciones que reduzcan el coste y aumenten la productividad.
Lenguaje positivo
Si te quejas continuamente, llegas tarde, te expresas de forma seca o no sabes ‘endulzar’ tus palabras a la hora de comunicar algo que debe ajustarse, tu recorrido en casi cualquier
empresa será muy corto. Da igual que tengas razón en lo que dices o no. Las compañías son entornos de trabajo donde todo el mundo está bajo una gran cantidad de estrés, y un lenguaje negativo tiende a añadir una carga extra de tensión que no ayuda a nadie.
Debes asegurarte de dominar el ‘lenguaje empresarial’ y hacer todo lo posible para maquillar tus palabras siempre que tengas algo negativo que decir. Tus quejas deben traducirse en propuestas, o, en el peor de los casos, en silencios. La insistencia puede ser interpretada como una búsqueda de la conflictividad que resulta especialmente tóxica en el ámbito laboral. Evítala, y trata de convertirte en un activo valioso y positivo para la compañía.
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